Estado fallido
A la distancia se puede observar un Estado fallido, es el sentir de alguno que otro líder sudamericano, y claro, es algo que no solo brotaba sino que se desparrama no solo hacia el sur, sino a otros continentes.
La estabilidad del Estado está en riesgo por una sola persona, pero nos toca a nosotros como ciudadanos, hacer nuestra la categoría de civilidad y ciudadanía, créanme eso no se lograra quemando cualquier edificio que se les atraviese, sino todo lo contrario. Lo único que lograra una democracia a largo plazo serán los valores éticos ciudadanos y la civilidad que demostremos. Contamos con un ciudadano exigente, pero poco comprometido, destruyen lo que con su propio esfuerzo y dinero han venido a construir. Queriendo al país nos ira mejor.
Estamos en un sistema de caos, se está perturbando, desordenando, confundiendo, y esto está pasando por lo que decía Giovanni Sartori; de la política se ocupan todos, doctos e indoctos. Los grandes “artistas” de la política contemporánea son cada vez más personajes que ignoran olímpicamente la relación entre los fines propuestos y los medios disponibles. En este momento si algo puede salir mal, saldrá mal, y por eso se debe estar preparado para la toma de decisiones, que podría darse este primero de diciembre la primera gran toma de decisión. Por el momento el gobierno no está gobernando, y cuando lo ha hecho lo ha hecho mal, pareciera que algunos jefes de Estado les llego tarde la noticia y se están dando cuenta de la crisis que tenemos, y es que no pasa solo por la eficiencia y eficacia en acciones gubernamentales, sino en la de legitimidad. Entonces pues, no hay un camino hacia la administración pública, la administración pública es ya un camino, dejemos de dar vueltas de ningún lado para ningún otro, y esta etapa de turbulencia política hagámosla de raíz, empecemos con nosotros mismos, el ciudadano, que no nos gane la euforia del pseudociudadano.
La desobediencia radical es un lujo que la autoridad no tolera. La moral en la política ha sido en todo tiempo no solo extraña, sino absolutamente contraria a la moral humana, no caigamos en su provocación. Entiendo su furia de no tener respuesta, pero a nadie conviene un Estado desplazado, no debilitemos aún más al Estado, dice Mujica, un Estado fallido, yo considero que es un Estado mermado, y está pasando por una fase crítica, tal vez pase a la fase crónica, pero esperemos no llegue a la fase terminal.
En la tradición marxista el Estado es concebido explícitamente como aparato represivo girando toda la lucha política de las clases alrededor del Estado, de la forma y conservación del poder por cierta clase, o por una alianza de clases o de fracción de clases.
No pedimos ni milagros ni magia, nos faltan no solo 43, en esta atmósfera de violencia que ya mero se le hace quinceañera, tal vez sean más de cien mil los desaparecidos, y sea solo uno el que sobra, al parecer nuestra salvación será la historia. Haz historia Enrique Peña Nieto.
Armando Fernández
Torreón, Coahuila
