¿Dónde quedó el equipo que era de todos, Santos Laguna?
Fui como muchos de ustedes, un asistente habitual al estadio Corona. Disfrutaba seguido, llegar temprano al viejo estadio, y antes de entrar compraba mi lonche de adobada y las semillas de calabaza, para ver el partido preliminar.
Me gustaba sentir la vibra de la raza, escuchar su lenguaje florido, los albures y uno que otro piropo agresivo: -Mamacita, llévala a sombra y Tú no seas tacaño- … pero ahora eso es pasado.
El slogan o coro de la canción, “El equipo de todos” ha cambiado, ahora es “Que venga el que tenga que venir”. Todo cambia, y eso se aplica aquí también.
Se construyó un nuevo estadio, ahora hay un nuevo dueño, o varios nuevos dueños, y se vinieron los cambios. Para empezar la televisión empezó a “secuestrar” los horarios. Se cambiaron las tardes de futbol domingueras, a tardeadas sabatinas y después a viernes nocturnos, a espectáculo nocturno. No les importó la inseguridad, ni que para muchos niños y niñas son horarios inapropiados. Ni tampoco que la cerveza se venda menos en la fresca noche.
Por cierto, para remediar esto último dejaron de vender cerveza de 30 pesos y sólo se vende la presentación de 60, ¿que dijeron? Aquí nos recuperamos. ¡Y que compre el que quiera comprar! Que al cabo nos vale un comino su opinión.
En este nuevo panorama, entrar a un estadio de primer mundo, al TSM, es aceptar de manera implícita, pagar precios de primer mundo. Boletos de entrada, bebidas y alimentos, algunos de baja calidad, muy caros para la mayoría de la población que tiene un salario de tercer mundo. Y para no desafinar ahora se usa una playera que supera un 300 por ciento al costo de la del primer campeonato.
Es conocido que los dueños del Equipo nos vende un servicio de entretenimiento y nosotros, o yo decido si lo compro o no. Pues decido no hacerlo. Al fin de cuentas hago lo que quiere la televisora, que me sume a la fila de aficionados-televidentes que se quedan en casa a ver los partidos desde el sillón.
En resumen, el equipo de todos, dejó de serlo, ahora es un equipo para gente “VIP” para aficionados de una clase social media para arriba y que les guste andar en espectáculos nocturnos. Espero que algún día, y que yo llegue a verlo, el equipo de mi tierra de la que me siento orgulloso, pueda contar con un canal de televisión propio, donde se transmitan sus partidos y se promocione el apoyo del equipo al desarrollo de nuestra región.
Donde el equipo decida libremente los horarios de sus partidos y escuche al cliente, que a fin de cuentas es la razón de ser del equipo. Dijo un conocido cantautor: “Sin la gente no somos nada”. Por último, cito de nueva cuenta uno de los últimos slogan “Que venga el que tenga venir” . Pues decido no ir, aunque traten de chantajearme con su publicidad manipuladora. Quizá vaya en un futuro. Hoy no.
Darío Hernández Saucedo,
Torreón, Coahuila.
