‘No comprendo’
Basta con ser un poco observador en esta pobre, sufrida y descuidada ciudad de Torreón para darse cuenta de tantas anomalías que existen y que a nadie parece interesarle el corregirlas, ni a las autoridades municipales ni a nosotros como ciudadanos. Comento lo anterior porque con un poco de voluntad y atención, se podrían corregir dichas anomalías, las cuales sería imposible comentarlas todas, pero para muestra un botón.
No comprendo por qué se hizo un gasto en la adquisición de cámaras que se colocaron en algunos de los semáforos, mismas que nunca han funcionado y la que no está enfocada hacia arriba está enfocada hacia abajo. No comprendo por qué algunos agentes de vialidad traen patrullas Grand Marquis, si éstas devoran litros y litros de gasolina diariamente (yo tengo un auto de ésos y hablo con conocimiento de causa). Y con qué fin les proporcionan esos tipos de autos.
No comprendo por qué los taxistas no respetan los límites de velocidad y hacen paradas repentinas en cualquier lugar y no hay autoridad que pueda meterlos al orden. No comprendo por qué algunos automovilistas siguen utilizando el celular cuando van conduciendo, a pesar de las recomendaciones que se hacen hasta por televisión. Si las autoridades se fajaran los pantalones y pusieran a trabajar a los agentes de vialidad, esta práctica se eliminaría, como sucedió cuando se empezó a multar por no utilizar el cinturón, ahora todos usamos el cinturón.
No comprendo por qué cuando ocurre un accidente y derriban una palmera (casi siempre son palmeras las que derriban), a quien ocasionó el accidente le cobran todos los daños inmediatamente y por qué inmediatamente no se reponen las palmeras si ya se cobraron.
No comprendo por qué las autoridades no toman medidas drásticas para eliminar el grafiti en toda la ciudad, ya que en lugar de erradicarlo, autorizan a que se pintarrajeen paredes (Puente de Cuauhtémoc y Revolución). No comprendo por qué en las colonias del Suroriente y Nororiente no tienen nomenclaturas en las calles, a grado tal que no se sabe ni qué colonia es y mucho menos el nombre de la calle.
No comprendo por qué no se reglamentan las actividades de tiradero de escombros y ramas. No creo que las autoridades no puedan controlar a los señores de los carromatos que son los que principalmente realizan estas actividades. No comprendo por qué existe tanto perro callejero y las autoridades y asociaciones de defensa de los animales no toman cartas en el asunto. Hay pecados de acción y de omisión y el no hacer nada por esos animalitos también es un pecado.
No comprendo por qué no se bachean todas las calles en mal estado, para qué esperar a que alguien reporte los baches, si en cualquier calle existen estos hoyos.
No comprendo por qué no se ha hecho un monumento a la ineptitud y se coloca en él a Eduardo Olmos.
No comprendo por qué nuestras autoridades no se sacuden esa pereza e indolencia y se ponen a trabajar, que para eso se les paga. No comprendo por qué todos los ciudadanos nos hemos acostumbrado a vivir con estas anomalías y otras que por cuestión de espacio no menciono.
Ricardo García Padilla,
Torreón, Coahuila.