Saltillo, cartel de la cultura
De entre la pobre oferta cultural que ha caracterizado a la Secretaría de Cultura del Estado durante la presente administración, destaca la participación de Coahuila como huésped del festival de cortometrajes cinematográficos Ambulante. Del 13 al 20 de marzo varios cines y centros culturales fueron sede de un conjunto de cortos provenientes de diversas partes del mundo. Lamentablemente, la proyección de las cintas se restringió a Saltillo, con la excepción de Parras de La Fuente, que fue bendecida con la generosa cantidad de dos funciones el 16 de marzo. Esto para los torreonenses no representa ninguna novedad. Estamos acostumbrados a, junto a otras regiones, ser considerados como patito feo por la capital. Y que se nos margine de los pocos eventos de calidad que realiza la Secretaría de Cultura, aunque en este caso no se trate de una iniciativa de dicha dependencia, sino de la mera contratación de un servicio.
Lo que sí constituye una novedad y una ofensa, es el abandono y la dejadez en la que tiene a Torreón la directora de cultura estatal, Sofía García Camil. Al ser ella originaria de la Comarca Lagunera de Coahuila, los ciudadanos albergamos la esperanza de que las manifestaciones culturales no fueran acaparadas únicamente por la capital. Sin embargo, paradójicamente, desde su arribo al puesto la marginación se acrecentó. Hecho que desconcierta, porque su equipo de trabajo está conformado por varios torreonenses. Y si a la directora parece habérsele olvidado nuestra zona, a sus subordinados más, ya que no son capaces de deslizar un sutil recordatorio. Era comprensible que en administraciones anteriores los saltillenses reservaran los mejores eventos para su ciudad, pero que los torreonenses ignoren a los mismo torreonenses habla de las políticas culturales que rigen al estado: todo para Saltillo, nada para Coahuila.
Y otro rasgo novedoso que caracteriza a nuestros funcionarios es el cinismo ejemplar que esgrimen. Ninguna crítica les hace mella. Cualquier señalamiento lo acusan de politización. Por lo que estas palabras les sonarán huecas. Me tacharán de un resentido más. Y con una indiferencia monumental, como es su costumbre, voltearán hacia otro lado. Al cabo que aquí no pasa nada. Con esa conducta ¿cómo no solicitar la separación de Torreón de Coahuila para la conformación del Estado de La Laguna?
Este es sólo un mínimo aspecto de las arbitrariedades que se cometen por parte de la Secretaría de Cultura. Dejarnos fuera de Ambulante es reprobable, pero basta que le escarbemos para percatarnos de otras inconsistencias, que seguro abundan. Comisiones van y vienen, consejos se forman y desaparecen, pero sigue sin existir una distribución justa del recurso. Ya pasaron más de dos años desde que Sofía García Camil ocupara el cargo, a nadie extraña que Ambulante no se proyectara en Torreón. Con una paisana como cabecilla, el mensaje del Estado es claro: las cosas no van a cambiar, aunque Sofía sea lagunera, olvídense del presupuesto, háganle como puedan.
Carlos Velázquez.
Torreón, Coahuila.