Celebremos el Día Mundial del Agua
Más de seis mil millones de personas que habitamos el planeta Tierra consumimos actualmente el 54 por cienot del agua dulce disponible. En 2025 consumiremos el 70 por ciento de dicha agua. Y si continúan las tendencias actuales en 2050 estaremos consumiendo el 90% (9,000 millones de habitantes).
Razones: en los últimos 100 años la población mundial se ha triplicado y el consumo de agua se ha sextuplicado (producción de alimentos, industrialización, consumo humano, etc).
Se estima que para 2025 la utilización del agua para la producción agropecuaria se incrementará en un 20%; para la industria se incrementará en un 50% y para el consumo doméstico en un 80 por ciento.
Dicho de otra forma: en 1970 la disponibilidad mundial de agua dulce era de 12,900 Mts3 per cápita. En 1990 contábamos con 9,000 Mts3 per cápita y en 2007 con 7,000 mts3 por persona (Datos de World Resorce Institute, Washington, D.C.).
Con esta tendencia en 2050 el mundo ya enfrentará muy serios problemas para abastecerse de agua dulce tanto para el consumo humano como para producir los alimentos que la población (9,000 millones de personas) requerirá. Por ahí ha habido declaraciones muy conocidas acerca de que las futuras guerras mundiales no serán por cuestiones económicas o ideológicas sino por el agua.
Innumerables estudios de especialistas de todo el mundo, incluyendo los trabajos que al respecto ha dado a conocer en su momento la Organizacion de Naciones Unidas (ONU) han estado ofreciendo datos muy parecidos a los anteriores. No existe duda pues de los problemas que se avecinan para la humanidad que aunque parecieran solamente alarmistas, están perfectamente documentadas.
Lamentablemente aquí en la Región Lagunera estamos acelerando el proceso. Estamos disponiendo del agua dulce de nuestro acuífero como si la misma fuera inagotable. Pese a que existen leyes que reglamentan la extracción de agua subterránea con objeto de hacer un uso racional y sustentable, la autoridad responsable, Conagua, voltea la cara para otro lado y no le pone remedio a la situación.
Tengamos presente que los laguneros podemos vivir sin leche de vaca, pero no sin agua potable.
Héctor Astorga,
Torreón, Coahuila.
