Lector opina

Foro del Lector

La maravillosa lectura...

Tuve la suerte de tener un hermano mayor que le gustaba leer, además le encantaba jugar ajedrez, tengo la impresión que me enseñó a jugarlo para tener un contrincante con quien divertirme.

En aquella época, los sesenta, la televisión estaba comenzando, no había opciones de entretenimiento, así que mi hermano se divertía dándome el “Mate del pastor” una y otra vez, todavía me sigo preguntando cómo lo hacía, yo creo que aprovechaba alguna distracción para mover dos piezas en lugar de una, hasta la fecha, cuando le pregunto, sólo me contesta, “Sorry”.

En el mundial de futbol del 66, celebrado en Inglaterra, estábamos viendo el partido México - Francia, a mi hermano se le ocurrió mandarme a comprar un regresco, fui a regañadientes, mientras iba por él, Enrique Borja anotó. ¿Recuerdan?, fue ese gol que Don Fernando Marcos gritaba ¡No falles Borja, no falles!; yo de broma le digo que nunca se lo voy a perdonar, pero él ya ni se acuerda.

Pero volvamos a la maravillosa lectura, en su recámara había libros por todos lados, en el piso, en la cama, en el clóset, en repisas. En una ocasión me dijo: “Mira, empieza a leer con éstos”, me dio un tambache de novelas vaqueras de Marcial La Fuente Estefanía, y otro de historias de amor de Corín Tellado.

Me tardé un mes en leerlas, estaba fascinado con la lectura, después me dio las novelas “Matar a un ruiseñor”, y “Viñas de ira”, y así con esos dos libros que marcaron mi vida. No fueron tres, me hice adicto a la maravillosa lectura, gracias carnal.

Roberto Barranco Aguilar.

Torreón, Coahuila.

***

La familia natural, patrimonio

Hoy somos testigos de los envites contra la familia natural, constituida por varón, mujer e hijos, de la que se habla como una institución en crisis.

Por este motivo, la revista The Ecologist dedicó su último número de 2013 a la Familia, y en el Editorial de su presentación afirmaba: “Una concepción ecológica de la familia nos llevaría a verla como un todo orgánico. Un todo que une lo biológico con lo emocional y lo espiritual.

Además de lo genético, claro. Algunos nos quieren convencer de que dos hombres que adoptan a un niño (y que luego se divorcian y se vuelven a casar, con un resultado de un niño con cuatro padres varones y ninguna madre) es una familia.

Lo que sí es importante es analizar de qué manera, en la medida en que una sociedad pierde sus estructuras tradicionales, sea la sociedad que sea, tenga el origen que tenga, las consecuencias son nefastas y afectan a muchos ámbitos diferentes.

¿Cómo reintegrarnos a ese mundo natural si seguimos destruyendo la familia, que es el núcleo ecológico por excelencia de la especie humana? Ya sólo nos quedan, al menos en Occidente, familias cada vez más atomizadas y desestructuradas.

La familia nos conecta con el pasado y nos recuerda que, sin presente, no hay futuro. Sin familias, sólo queda soledad, negocios y tristeza”,

Valentín Abelenda Carrillo,

Girona, España.

Leer más de Lector opina

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Lector opina

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 978090

elsiglo.mx