Lector opina

Foro del Lector

Vámonos ‘ayudando’

Hace tiempo fui invitado por un amigo a una reunión prenavideña de excompañeros de su generación en la Ciudad de México. Todos eran profesionistas con diferentes niveles de éxito, algunos trabajaban para empresas privadas, otros se desempeñaban en el sector público y el resto eran empresarios.

Me llamó la atención el observar que los funcionarios públicos de buen nivel eran acechados con vehemencia, por los empresarios para saludarles, abrazarles y expresarse los mejores deseos y parabienes de manera exagerada -el clásico besamanos en todo su esplendor. En el grupo, como siempre sucede una parte de ellos -alejados por sus circunstancias e ignorantes de sus trayectorias-, se reencontraron recordando anécdotas de su época de estudiantes.

Tras un breve lapso, ya generado el acercamiento, algunos de los empresarios presentes -al percatarse de las posiciones gubernamentales se sus excompañeros- les susurraban al oído: “Oye fulano, vámonos ayudando”, expresión que parecía ensayada de manera grupal, refiriéndose por supuesto al tú me ayudas, yo te salpico. Pobres mexicanos..., tan lejos de la realidad.

Francisco Benavides Beyer,

Cuernavaca, Morelos.

***

El apego al dinero destruye personas

La codicia, el apego al dinero, destruye a las personas, las familias y las relaciones con los demás, dijo el Papa una mañana durante la misa en Santa Marta. Comentando el evangelio del día, en el cual un hombre le pide a Jesús que intervenga para resolver un asunto de herencia con su hermano, el papa desarrolló el tema de nuestra relación con el dinero: “Este es un problema de cada día. ¿Cuántas familias rotas hemos visto por el problema del dinero: hermano contra hermano; padre contra hijo… Y esto es el primer resultado que trae esta actitud de estar apegado al dinero, ¡destruye! Cuando una persona se apega al dinero, ¡se destruye a sí misma, destruye la familia! ¡El dinero destruye! Hace esto, ¿verdad? Te apega.

Después recordó que la avaricia enferma, porque hace pensar todo en términos del dinero. “Te destruye, te enferma… Y al final, esto es lo más importante, la avaricia es una herramienta de la idolatría, porque va por la vía contraria a la que Dios ha hecho con nosotros. San Pablo nos dice que Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos. Ese es el camino de Dios: la humildad, el abajarse para servir. En cambio la avaricia te lleva en sentido contrario: tú, siendo un pobre hombre, te haces Dios por vanidad. ¡Es la idolatría!”. Por esta razón, continuó el papa, Jesús dice cosas “tan duras, tan fuertes en contra de este apego al dinero.

Luis Esquena Romaguera,

Girona, España.

Leer más de Lector opina

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Lector opina

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 978498

elsiglo.mx