Consultas populares estériles
¡Por Dios!, nueva aberración y erogación multimillonaria estéril se encuentra a la vista, gasto monumental que costará al erario -léase a los mexicanos- la recientemente aprobada por el Congreso, Ley Federal de Consulta Popular, que seguramente beneficiará engrosando los patrimonios de algunos cuantos al ponerse en práctica por los consabidos diezmos, ‘veintezmos’ o ‘treintaezmos’ según las tarifas predominantes en el siniestro ‘mercado’ de la corrupción derivados del contratísmo.
¿Cómo pueden pensar, si es que piensan -o se pasan de pensantes- que una Consulta Popular en un país como México con una población manipulada por sus bajísimos índices de educación, avasallada por la pobreza y hambruna, que las consultas populares y las elecciones mismas pueden ser resultado de un razonamiento producto de un análisis objetivo?
Ante tales circunstancias, en este México actual los resultados de una consulta -sin tener una bola de cristal- se pueden prever desde antes de implementarse con altísimo margen de certidumbre, por lo que salen sobrando.
Consciente de que todos somos ciudadanos iguales ante la ley, sin el afán de discriminar a nadie, pero pensando en el desarrollo de México me atrevería a proponer una idea que podría parecer una utopía: que en las elecciones y consultas se enfoquen a ciudadanos que hayan cursado cuando menos educación media, es decir, preparatoria, para que de esta manera se eleve el nivel de conciencia y reflexión de los electores y consultados, cuyo resultado se traduciría en un gigantesco paso que nos alejaría del subdesarrollo.
Francisco Benavides Beyer.
Cuernavaca, Morelos.
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Supersticiones
He visto con gran desencanto que la gente busca una fe en una salida que no existe, creyendo en que va a solucionar sus problemas, con horóscopos, cuarzos, tarot, control mental, lectura del aura, reiki, pulseras vitales, astrología, aromaterapia, interpretación de los sueños, lectura de café, lectura de la mano, vidas anteriores, numerología, cienciología, etcétera, con gran fe de supercherías seudocientíficas que no le van a ayudar pero si a quitarles dinero, por darles una solución hasta que se dan cuenta que esa fallo buscan otra superchería con fe de lo que quieren y así se la llevan gastando dinero que les hace falta y se lo gastan queriendo encontrar una solución.
Lo mismo para las supersticiones religiosas que abundan para encontrar paz, suerte, vida, amor y lo que mas les guste como la cábala, rosacruces, la Santa Muerte, vudú, la reencarnación, la santería, los talismanes, magia blanca, tirada de caracoles, hechizos, etcétera. La realidad es uno el arquitecto de su propio destino y al estudiarlo sabemos que errores hemos cometido de nuestra vida que llevamos mas que bien en todos los sentidos del ser humano.
Puedo decirles que el Siglo veinte, que es el siglo de las comunicaciones en que se han inventado, radio, televisión, discos y cassetes, grandes rotativas, la telegrafía sin hilos, los celulares, comunicación vía satélite, el milagro de los ordenadores, y mil cosas mas y sin embargo seguimos creyendo en la astrología que sirve para sacar el dinero y que vivan otras personas con sus grandes mentiras, por lo que te invito a reflexionar y hagas un paréntesis en tu vida de como ha sido y como la quieres y no visitando a cuanto timador hay para ver si te soluciona tus problemas.
Sergio Zúñiga Pérez.
Torreón, Coahuila.
