Reforestar áreas urbanas, noble tarea
Con gusto nos enteramos que existen dos proyectos de arborización masiva. Por una parte está la propuesta del municipio de Torreón y por otra la que es impulsada por la organización LAGUNA YO TE QUIERO, esta última con alcances para las ciudades de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Según se entiende, el proyecto del municipio de Torreón estaría encaminado a los parques públicos y bulevares de la ciudad y el segundo a las banquetas de las ciudades mencionadas.
Habría que recordar que el 4 en febrero de 2011 la región fue abatida por un fenómeno de “helada negra” que dañó un alto porcentaje del inventario arborícola existente en aquella fecha. Palmas Reales, ficus (incluido el Laurel de la India), pingüicos, cítricos, que hacían la mayoría de dicho inventario, fueron afectados muy seriamente. La ciudad se convirtió en un verdadero cementerio de “árboles quemados”.
Aún se pueden observar vestigios de aquélla que se llamó con razón una “Crisis Ambiental”. Por fortuna la Madre Naturaleza obró milagros y a la vuelta de algunos meses muchos de los árboles afectados volvieron a la vida pero otros muchos lamentablemente se perdieron definitivamente.
En su momento hubo movilización de autoridades, empresas y particulares tratando de auxiliar para aminorar los daños de dicha crisis. Se dice ahora que se plantaron en aquellos años casi 60 mil arbolitos pero que se desconoce que porcentaje logró sobrevivir.
Y sí, desgraciadamente lo más probable es que debido al descuido, a la falta de atención de autoridades y particulares de aquél esfuerzo, finalmente Torreón se haya beneficiado poco pues la ciudad sigue presentando un aspecto lastimoso por la carencia de áreas arboladas.
Ahora se anuncian nuevos esfuerzos de las dos entidades mencionadas. Y dada la experiencia ya obtenida no estaría por demás recomendarles a los impulsores de éstas nobles iniciativas que el mérito no radica sólo en “plantar arbolitos” sino en comprometerse en planear bien las áreas a reforestar y realizar una inteligente distribución por especies y sobre todo, darle seguimiento a cada arbolito hasta la época en que puedan valerse por sí solos. Es una tarea realmente ardua pero que vale la pena si en verdad existe buena fe de los gestores de los programas anunciados.
Otra sugerencia importantísima sería que, paralelamente al programa de reforestación, se implementara una labor de mantenimiento al inventario forestal ya existente en las ciudades. Algunas de nuestras calles cuentan con árboles de diferentes especies perfectamente adaptadas pero que han sobrevivido al descuido de los vecinos y de las propias autoridades. Si se les proporcionara alguna ayuda (podas de ramas muertas y limpieza del tronco) seguramente se mejoraría en gran medida la fisonomía de las ciudades.
Les envío un cordial saludo.
Héctor Astorga.
Torreón, Coahuila.