Carta abierta
Gobernador de Coahuila.
Tiene usted la obligación constitucional de velar por el bienestar de todos los habitantes del estado.
Por ley, no puede usted discriminar a nadie con sus políticas de gobierno, no debe de privilegiar ni menospreciar a ningún ciudadano, grupo, sector ni región alguna.
Todos somos valiosos y merecemos la misma atención. El único motivo válido para asignar más recursos a ciertos sectores de la población es por su situación de retraso y vulnerabilidad. La solidaridad social es una obligación ética, moral y legal.
Usted y sus antecesores han privilegiado impunemente a Saltillo con sus políticas de gobierno y han asignado los presupuestos estatales y los recursos federales con enorme disparidad. Han violado flagrantemente el pacto constitucional y las normas de equidad y justicia.
Tienen ustedes, gobernantes de Coahuila, más de cuarenta años dándole todo a los habitantes de la capital y menospreciando cruelmente al resto del estado. Los laguneros sufrimos en carne viva esta manera de proceder que constituye una verdadera ofensa a la civilización.
El hambre de los laguneros se puede explicar por el sistemático bloqueo a su progreso.
Hemos sido despojados de nuestro patrimonio al no recibir la justa, equitativa e indispensable infraestructura para propiciar nuestro desarrollo económico. No es con manotazos y declaraciones, sino con parques industriales y estado de derecho que se hace justicia. La Laguna fue descapitalizada.
Durante muchas décadas fue la zona que aportó la mayor parte de los impuestos de Coahuila y al no ser retribuida con equidad, ha perdido el liderazgo tradicional y se encuentra sumida en la peor crisis de su historia, mientras la capital goza de la infraestructura pagada con el sudor de nuestra frente.
Han debilitado a una gran comarca que lucha por sobrevivir. Si usted piensa que luchar por ello constituye una ofensa, reflexione con calma. Su manera de gobernar, y la de sus antecesores, ha sido no una ofensa, sino un crimen.
Solidarícese por un momento con los esforzados habitantes de La Comarca y apoye con nobleza y desprendimiento la creación del Estado de La Laguna.
Haga un favor a México no estorbando en la creación del Estado que será muy pronto el más productivo del país.
Tenga presente, señor Gobernador, que la Patria es primero. México espera su respuesta y la del gobernador de Durango.
¡Viva La Laguna!
Carlos Muñoz Franco,
Torreón, Coahuila.