La erradicación de cultivos de mariguana es una práctica que, a decir de especialistas, significa un rotundo fracaso del Estado mexicano.
Del 2006 al 2013, la Sedena ha erradicado cultivos de mariguana con una superficie de mil 305 kilómetros cuadrados.
Sin embargo, expertos critican que esta política de erradicación carece de metas claras.
Eduardo Guerrero, experto en seguridad, sostuvo que la erradicación es una estrategia mediática que conviene al gobierno, pero que no impacta en los cárteles.
"Las pérdidas que sufren por la erradicación son bajas".
En tanto, el diputado perredista Fernando Belaunzarán, dijo que la política de destrucción de cultivos no ha reducido la producción.
"No existen metas determinadas. ¿Cuál es la meta que tiene la Sedena para destruir cultivos? No se sabe".
Entre los focos rojos del cultivo de mariguana está el municipio de Badiraguato, Sinaloa, donde han erradicado, en siete años, una superficie de sembradíos de 212 kilómetros cuadrados.
En el llamado Triángulo Dorado, compuesto por Badiraguato; Tamazula, Durango, y Guadalupe y Calvo, Chihuahua, los militares destruyeron siembras con una superficie de 401 kilómetros cuadrados.