Católico. La sencillez y la disciplina han caracterizado al Papa Francisco en su primer año al frente de la Iglesia de Roma.
Jorge Mario Bergoglio cumple hoy su primer aniversario de haber sido elegido como Papa con un alto grado de aceptación internacional y con el desafío de concretar una serie de reformas a la estructura del Vaticano.
La noche del miércoles 13 de marzo de 2013 la Iglesia Católica y el mundo se sorprendieron cuando millones de personas vieron aparecer en el balcón central de la Basílica de San Pedro al nuevo pontífice y descubrieron que se trataba del cardenal de Argentina.
La "fumata bianca" salió por la chimenea de la Capilla Sixtina a las 19:08 horas local, en una noche lluviosa de la segunda jornada de Cónclave. Poco más de una hora después el cardenal protodiácono, Jean-Louis Taurán, pronunció el "habemus papam".
De inmediato, la multitud se emocionó al conocer que el nuevo pontífice había decidido tomar el nombre de Francisco, como el santo de Asís. Cuando su figura vestida de blanco se asomó a la logia, inmediatamente sorprendió a los presentes.
Sus primeras palabras fueron: "Buona sera!", "Buenas noches!", una frase simple, pero que los italianos utilizan en confianza y cercanía. Luego el Papa se reconoció como un hombre "venido del fin del mundo" y pidió a los presentes, decenas de miles de personas, rezar a Dios por él.
Entonces se inclinó para recibir la bendición implorada por el pueblo. Estos gestos captaron la atención inmediata, junto a su deseo por mantener su cruz plateada y rechazar el oro, su voluntad de presentarse totalmente vestido de blanco ante la multitud, sin ninguna vestimenta especial.
A partir de ese momento comenzó un "maratón llamado Francisco", como lo calificó el secretario privado del Papa, el sacerdote maltés Alfred Xuereb, apenas cuatro meses después del inicio de su pontificado.