Mala referencia. Tras la ruptura Valerie Trierweiler publicó un libro sobre Hollande.
El presidente de Francia, François Hollande, se defendió ayer de las críticas lanzadas por su expareja Valérie Trierweiler en su libro "Merci pour ce moment", y lamentó que su contenido haya atacado la función presidencial.
"No aceptaré jamás que se pueda cuestionar el compromiso de toda mi vida, de todo lo que ha fundado mi vida política, mis compromisos, mis responsabilidades, los cargos que he ejercido", dijo en una conferencia de prensa al término de la cumbre de la OTAN en Newport (Gales) transmitida por la cadena de televisión BFM.
La obra de Trierweiler, con una tirada de 200,000 ejemplares y que ya ha agotado sus existencias en la mayoría de los puntos de venta, cuenta su versión de la relación y de la ruptura, pero ataca también a su imagen pública al desvelar su supuesta hipocresía y su obsesión con los sondeos.
Uno de los extractos que más repercusión ha alcanzado en Francia ha sido aquél en el que la periodista revela que Hollande desprecia en privado a los más desfavorecidos y se refiere a los pobres como "los sin dientes", una expresión que se ha vuelto viral en las redes sociales.
"No dejaré que se cuestione la concepción de mi acción al servicio de los franceses, y principalmente la relación humana que tengo con los más frágiles, los más modestos, humildes, pobres, porque estoy a su servicio y porque esa es mi razón de ser", indicó el presidente desde Gales.
Hollande subrayó que "la función presidencial debe respetarse", no para defender a la persona que esté al frente de Francia, sino porque respetar esa función, en su opinión, es preservar las instituciones del país.
El jefe del Estado galo se defendió también de quienes plantean dudas sobre su continuidad en el poder ante el elevado nivel de impopularidad que arrastra en las encuestas, que está en mínimos históricos desde comienzos de 2013.
"Fui elegido para cinco años. Estoy a mitad de mandato y no hay sondeo, por difícil que sea, que pueda interrumpir el mandato que da el pueblo al presidente de la República", añadió Hollande, quien destacó también que su deber no es ceder a la presión, sino solucionar "las grandes cuestiones" que se le presenten a Francia.
SE CUESTIONA CONTINUIDAD
El aumento de la impopularidad del presidente francés, François Hollande, unido al libro de su expareja y a un nuevo escándalo fiscal de un miembro del Gobierno, han reabierto el debate sobre su continuidad y aupado a primera línea a la ultraderechista Marine Le Pen.
Un sondeo difundido hoy por el diario "Le Figaro", realizado los pasados 3 y 4 de septiembre, cuando ya se había filtrado la publicación de la obra de Valérie Trierweiler, revela que si una segunda ronda de las elecciones tuviera lugar ayer domingo y le enfrentara a la líder del Frente Nacional (FN), Hollande resultaría perdedor.
Le Pen se haría con el 56 por ciento de los votos en esas hipotéticas presidenciales, frente al 46 de Hollande, pero se quedaría en segundo puesto si su rival fuera el expresidente Nicolás Sarkozy, el exprimer ministro conservador François Fillon o el extitular de Exteriores Alain Juppé.