De acuerdo con la Asociación Europea de Vehículos a Gas Natural (NGVA, por sus siglas en inglés) a finales de 2013 existían 17.7 millones de automóviles impulsados por gas natural alrededor del mundo, de los cuales 16.3 millones son vehículos ligeros.
El gas natural es un combustible limpio, que permite reducciones sustanciales en las emisiones de hidrocarbono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y gases de efecto invernadero, además no es tóxico y no tiene efectos perjudiciales en la tierra o en el agua, lo que lo convierte en una opción menos contaminante que la gasolina o el diesel.
El ahorro al utilizar gas natural es equivalente a dos dólares por galón, es decir, el ahorro semanal sería de 32 dólares, si consideramos que un usuario consume un tanque de combustible a la semana.
Existen tres tipos de vehículos impulsados por gas natural:
Vehículos dedicados: aquellos que sólo son impulsados por gas natural y sólo tienen un tanque de combustible con un rango de acción más limitado por la baja densidad energética del gas natural, sin embargo, tanques adicionales pueden incrementar su rango de acción.
Vehículos de doble combustible: Son impulsados por gas natural y gasolina.
Vehículos de combustible dual: Generalmente pesados, utilizan gas natural y diesel para el arranque inicial.
En la Unión Europea, Italia está a la vanguardia en la adopción de autos impulsados por gas natural. Más de 11% de automóviles nuevos de este país se equiparon con éste el año pasado, comparado con 0.01% en Estados Unidos, en donde el único auto en el mercado impulsado con esta tecnología es un Honda.
Aunque Italia es un importador neto de gas natural, éste es mucho más barato que la gasolina o el diesel en el punto de venta. Desde luego la disponibilidad en la distribución del gas puede ser una barrera de entrada para su adopción.
Por su parte, los fabricantes están ofreciendo como una opción los automóviles a gas. Es el caso del Golf de Volkswagen, el tercer auto más vendido en el mundo y el primero en Europa, el cual se oferta en su modalidad a gasolina, diesel, electricidad, gas natural e, incluso, híbrido. Esto es posible gracias al hecho de que el ensamble es modular y permite la manufactura de diferentes modelos en la misma línea de producción.
De la misma manera, Hyundai presentó, en el salón de París 2014, su nuevo modelo, el i30 CNG, impulsado por gas natural comprimido, el cual almacena su combustible en un tanque rectangular, alineado con una matriz de poliamida impermeable al gas y protegido por un plástico reforzado de fibra de vidrio de alta resistencia. Este sistema proporciona un almacenamiento de alta resistencia y pesa 50% menos que un tanque de acero equivalente.
Para Estados Unidos, en donde la producción de petróleo y gas aumenta y la importación va a la baja, está claro que la adopción de gas natural en vehículos es una oportunidad aunque por el momento estará sujeta a las fuerzas del mercado. El principal obstáculo para una mayor propagación del gas natural es la infraestructura, dado que se necesita el desarrollo de estaciones y distribuidoras de gas. De tal manera que, con estos cambios en el escenario mundial, la producción de vehículos a gas, más económicos y menos contaminantes, forman parte de la oferta hacia nuevas tecnologías.
