Cromosoma 6
El advenimiento del genoma humano ha desatado una ola de curiosidad científica mundial, que ha abierto una línea de estudio interesante, la cual apunta a encontrar las razones de la inteligencia en los genes.
Desde hace tiempo se ha debatido si la inteligencia de un individuo se relaciona más con la herencia genética, o bien, con la experiencia que recibe desde el espacio familiar y social. Los comentarios abundan y todos pueden emitir una opinión, sin embargo, ésta tendrá que probarse.
LOS GENES, ¿RESPONSABLES?
A partir de los modernos descubrimientos que se han hecho sobre los genes, se ha dado a conocer la participación de estos en la inteligencia, no obstante, no se pueden descartar los distintos factores ambientales, como fue demostrado en un estudio elaborado por Ian Deary en los años noventa.
El impacto ambiental fue estudiado de igual manera por Stern, obteniendo respuestas diferentes, las cuales orientaron a atribuir las variantes a factores genéticos y no sólo al entorno del individuo. A finales de 1997, Plomin aseguró, al descubrir el gen de la inteligencia en el cromosoma seis, que aun cuando la existencia de genes influye, la naturaleza ha aportado aprendizaje, lenguaje, cultura y educación, factores determinantes.
Diversos estudios realizados entre hermanos y gemelos, convergen hacia la conclusión de que el coeficiente intelectual (CI) se hereda en aproximadamente la mitad. Menos de una quinta parte se debe al entorno que se comparte en el útero, con la familia, en la escuela y con los grupos de compañeros.
Respecto a lo anterior, es notable que a medida que las personas envejecen y acumulan experiencias, aumenta la influencia de los genes. En pocas palabras, tanto el medio ambiente como la genética humana, juegan un papel preponderante en la inteligencia.
ESTUDIOS
Fue a través de un estudio realizado en Londres, Inglaterra, como el doctor Plomin encontró seis genes asociados con la inteligencia, sin embargo, estos influían sólo el uno por ciento en el intelecto humano. La investigación arrojó como conclusión que el entorno (padres, profesores, amigos, etcétera) influye más que la genética en este tema.
Para Pinker, de Harvard, los estudios en la materia no deben demostrar que la inteligencia no es heredable, sino que los genes pueden afectar el ingenio en miles de formas que aún resultan desconocidas.
Por otro lado, en California, Thompson encontró que los genes influyen en la inteligencia de acuerdo a la protección que mantienen en los axones o cableado de transmisión cerebral, y que facilitan las ráfagas rápidas de señales en el cerebro. Entre más gruesa la capa de protección de los axones (mielina), más rápidos son los impulsos nerviosos.
Recientemente, se han cuantificado cerca de mil genes que juegan un papel importante en la inteligencia humana, pero por el momento no se han encontrado aquellos que sean determinantes, aunque se sabe que su influencia aumenta al pasar a la vida adulta.
EL ENTORNO
Las experiencias cognitivas influenciadas por el entorno que rodea al individuo, pueden dar un giro curioso por el advenimiento de la preparación, educación, crecimiento y madurez que se adquiere con la edad. Al respecto, se han atribuido al sistema reticular y límbico del cerebro las posibles bases biológicas para la introversión, y se ha sospechado de genes responsables de un patrón de respuestas típico de un introvertido. Del mismo modo, se ha buscado la correlación neurobiológica sugerida para la introversión, como la inhibición conductual y timidez.
Por otro lado, están por estudiarse los caracteres de percepción, pensamiento y capacidad de recordar en las personas. Resulta atractivo explorar el porqué de las diferencias entre los sujetos, respecto a la adquisición de habilidades y destrezas, tales como el razonamiento lógico que algunos tienen y otros no, o bien, el desarrollo de las habilidades analíticas, de toma de decisiones, inventivas y creativas, así como sociales y organizativas, que se observan en algunas personas, y su facilidad para implementar cambios y alternativas.
Todo esto ha sido enfocado desde el ojo de la educación y del ambiente familiar, social y económico de la persona, sin embargo, la influencia de los genes no puede ser motivo de desprecio.
Por ahora no es posible relacionar con certeza científica la participación de los genes en la inteligencia humana; esto será, a futuro, un campo de investigación amplio y de gran interés para próximas generaciones.
GEN HMGA2
Especialistas que argumentaban que el tamaño del cerebro tiene relación directa con el CI, encontraron apoyo en diversos estudios que comprobaron la existencia de la variante C en el cromosoma 12 y el gen HMGA2, hecho que demostró un mayor tamaño del cerebro, lo que llevaba a mejores puntuaciones en los exámenes de intelecto. Estos resultados, aunque no fueron muy significativos, orientaron la mirada hacia una posible influencia genética.
Hallar la posición de los genes relacionada con el tamaño del cerebro, abre la posibilidad de identificar aquellos involucrados en enfermedades como el Alzheimer, demencia y esquizofrenia. Aún no hay conclusiones definitivas y todo se encuentra en el proceso de investigación, misma que podría llevar a una notable mejoría en la calidad de la vida humana.
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