Detección. Es importante detectarlo tempranamente con una exploración oftalmológica completa y estudios específicos. (ARCHIVO)
El Glaucoma es una enfermedad que se le considera el ladrón silencioso de la vista, y que mundialmente provoca un problema de salud pública grave.
Es la segunda causa de ceguera en el mundo, pero su tratamiento oportuno puede desacelerar la progresión del daño visual, conservando una adecuada calidad de vida. No obstante, se requiere detectarlo tempranamente con una exploración oftalmológica completa y estudios específicos.
El tratamiento del Glaucoma es médico, sin embargo algunos tipos de glaucoma, o aquellos pacientes en que no se controla con medicamentos, se llevan a cabo cirugías filtrantes, colocación de dispositivos valvulares, o la aplicación de láser.
Se ha estimado que aproximadamente hay 4.5 millones de personas ciegas en forma bilateral en el mundo debido a esta enfermedad, y se estima que para el año 2020 esta cifra se incrementará a 11.2 millones.
En países subdesarrollados se calcula que 90% de las personas que la padecen no lo saben. Esto se debe a la falta de síntomas o signos que provoquen una alarma en las etapas tempranas de la enfermedad y a la carencia de cultura médica de la población
El padecimiento es crónico degenerativo, y se manifiesta con más frecuencia en personas mayores de 45 años, incrementando su prevalencia en pacientes de más de 60 años de edad.
Además de este factor de riesgo, existen otros como el aumento de la presión intraocular, la herencia, miopía alta, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica, alteraciones circulatorias y enfermedad cardiaca.
