Muchas personas han considerado insuficiente la suspensión, comparada, por ejemplo, con otros castigos que la NFL impone a jugadores.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, salió ayer al paso de las críticas que consideraron demasiado benévola la suspensión de dos partidos impuesta a Ray Rice, tras un arresto por violencia doméstica.
"No podemos inventar simplemente las medidas disciplinarias", dijo Goodell. "Éstas tienen que ser consistentes con otros casos. Y lo fueron en este asunto".
Goodell dijo que el running back de los Ravens de Baltimore asumió la responsabilidad por sus actos, no tenía antecedentes de agresiones y cumple con una orden del tribunal para ingresar a un programa de capacitación.
Goodell habló en Canton, Ohio, donde se encuentra para la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama del fútbol americano el fin de semana. Fueron sus primeras declaraciones sobre la situación de Rice desde que la NFL impuso el castigo el 24 de julio.
La víspera, Rice se disculpó en el campo de entrenamiento, en sus primeros comentarios desde la suspensión. Consideró que sus actos fueron "totalmente inexcusables" y representaron un "error horrible", que lo perseguirá durante el resto de su vida.
El corredor, con seis campañas en la NFL, se perderá el primer partido de los Ravens en la campaña, previsto para el 7 de septiembre ante Cincinnati, así como el compromiso del 11 de ese mismo mes, frente a Pittsburgh.
Rice reconoció haber golpeado el 15 de febrero a su entonces prometida Janay Palmer, quien es ahora su esposa, en Atlantic City, Nueva Jersey.
El jugador de 27 años fue admitido en un programa de capacitación. Al completarlo, podrían retirarse los cargos en su contra.
Goodell enfatizó también que Rice había reconocido su error y prometió pronunciarse contra la violencia doméstica.