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¡Gracias Ricardo Monreal!

GENARO LOZANO

El diputado Ricardo Monreal es un oportunista, cínico y malpensado. Un oportunista por haber denunciado hasta apenas la semana pasada que él y sus colegas diputados recibieron bonos extraordinarios por 15 millones de pesos desde 2013, como reveló la nota de un diario capitalino. Un cínico porque él mismo, o su suplente, aceptó recibir ese bono extraordinario, como denunciaron sus indignados colegas diputados. Un malpensado por afirmar que sospechosamente esos bonos cayeron cuando iban siendo aprobadas las reformas de Peña Nieto. Sí. Monreal es un oportunista, un cínico y un malpensado, pero se le agradece.

Se le agradece porque en México tenemos una inusual tolerancia a los abusos, a la corrupción, a la falta de transparencia de nuestra clase política y la cínica declaración de Monreal ha regresado el tema de la opacidad en el uso de recursos públicos por parte de los legisladores a la discusión. Porque como en efecto dice Monreal, los diputados reciben al mes en subvenciones ordinarias más de 140 mil pesos cada uno. Un salario y prestaciones que pocos tienen en México y que en momentos en los que irónicamente se discute elevar el salario mínimo hasta es surrealista que se sigan encontrando entre los diputados detractores a esa propuesta y que nadie esté proponiendo bajar los sueldos de los funcionarios públicos. Porque si a alguna legisladora se le ocurriera proponer una iniciativa así, seguro que la tildarían de populista, de oportunista y hasta de "un peligro para México".

Sólo para poner en comparación lo surrealista del caso. En la Ciudad de Seattle acaba de ser aprobada una "ley populista" que elevó el salario mínimo a más de 170 pesos por hora, mientras que en México el salario mínimo está entre 62 y 67 pesos por día. Sólo para contrastar: en México un diputado recibe al mes más de 148 mil pesos entre dieta neta mensual (74 mil pesos) y "apoyos económicos", que incluyen 45 mil 786 pesos por "asistencia legislativa" (¡por ir a trabajar!) y sólo 28 772 pesos para "atención ciudadana". En contraste, un representante federal en Estados Unidos gana al mes unos 188 mil pesos. La diferencia es que en México los grupos parlamentarios reciben esos bonos extra que denuncia Monreal y prácticamente pueden hacer lo que quieran con ese dinero. Tan sólo en el Senado se reciben más de mil millones de pesos anuales en bonos extraordinarios y en la Cámara de Diputados pasa algo similar.

Se le agradece a Monreal el oportunismo porque los informes de organizaciones como Transparencia Mexicana que ubican a México en el lugar 106 de 177 países en percepción de corrupción, o los reportes de Fundar o de Impacto Legislativo que monitorean el trabajo de nuestros legisladores no logran atraer la atención de la gente cuando denuncian que hay opacidad en la Cámara de Diputados o en la de Senadores, que hay baja productividad legislativa y mucho diputad@ ausentista, que la calidad de las leyes es deficiente, que hay conflictos de interés que los legisladores no reconocen y si bien en los últimos 14 años ha habido buenos avances en materia de transparencia en México, lo cierto es que son insuficientes.

Insuficientes porque como reveló ayer un diario capitalino, desde hace más de cinco años los senadores mantienen en la llamada congeladora propuestas para que los grupos parlamentarios transparenten los recursos públicos que reciben y el uso que le dan. Insuficientes porque como también cínicamente reveló la diputada Purificación Carpinteyro, muchos legisladores "se sacaron la lotería" porque hacen leyes a modo con las que después intentan hacer negocios, porque muchos diputados no deberían presentarse a votaciones en las que tienen conflicto de interés y pese a ello lo siguen haciendo Legislatura tras Legislatura, con gobiernos divididos, con mayorías del PRI o del PAN, con la complicidad del PRD, del PT, de MC, del Verde y de Nueva Alianza y con muy escasas, pero honrosas excepciones.

Por todo ello, honestamente creo que hay que darle las gracias a Monreal por su cinismo y a Purificación y a todo aquel legislador o legisladora que tenga de repente estos brotes de cinismo, porque de repente nos recuerdan que todavía falta mucho trabajo por hacer para que tengamos un Congreso de la Unión que sea una verdadera casa de cristal sin puertas, a la vista de todos y con múltiples accesos y en todo momento, en lugar de esos muros de cemento impenetrables, con pocas ventanas, con puertas cerradas o semiabiertas y con una marcada distancia de la ciudadanía.

Ojalá que quienes leen esta columna entren al siguiente vínculo web http://representantes.pati.to/ ubiquen a sus diputados, senadores y representantes locales y les manden un e-mail o llamen a sus oficinas preguntándoles qué van a hacer con los bonos de este año, si están comprometid@s con la transparencia y en específico qué hacen por ella y que así lo hagan al menos una vez al mes con los temas que les interesen. 10 minutos de nuestro tiempo al mes, al menos para que los diputados usen algo de esos 28 mil pesos en atención ciudadana…

Politólogo e Internacionalista

Twitter @genarolozano

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