ENTRADA.- Se prendieron los focos rojos en la Comisión Federal de Electricidad. Ahora resulta que el organismo propiedad del estado mexicano acumuló una deuda de 41 mil millones de pesos. La CFE contrató deuda por 122 mil millones de pesos y registra una cartera de cuentas dudosas por recuperar de 17.5 mil millones de pesos. La deuda documenta creció entre enero y septiembre del 2013 (7 meses) en 3.8 mil millones de pesos, esto es, a razón de 542 millones de pesos cada mes.
En por estas razones la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se ha visto en la necesidad de exigirle un informe detallado para que explique las causas que provocaron las pérdidas de la paraestatal y la contratación de más deuda.
SOPA.- El informe le demanda a la CFE explique las deudas o cuentas por cobrar que tiene con la administración del gobierno federal, de los estados y muy especialmente de los municipios por el consumo de energía eléctrica. La Comisión deberá explicar también, los subsidios que otorga y cuáles son los criterios para concederlos y además, la manera y forma como piensa recuperar la cartera vencida de los usuarios morosos y de los millones de mexicanos colgados de las líneas de manera fraudulenta.
PLATO FUERTE.- Como se podrá ver, el problema que tiene la CFE no es pequeño. Refleja la histórica trayectoria de esta empresa estatal de carácter monopólico para la generación, trasmisión y venta del fluido eléctrico y que ahora nos salen con que están endrogas y operando con pérdidas. O lo que es lo mismo, que ya se manifiesta con números rojos en sus resultados contables.
Por lo que se refiere a sus mañas y cochupos, ya muy conocidos por los mexicanos, uno de ellos retener los recibos de cobro en las oficinas centrales con el único y avieso fin de que no lleguen en tiempo a los domicilios y de esta manera, puedan aparecer los flamantes empleados de la Empresa de Calidad Mundial amenazando cortar la energía si no se les otorga una pequeña gratificación.
Tienen también la mala costumbre (en complicidad con algunos usuarios) de arreglar los medidores para que registren menos consumo de energía y que finalmente deberán pagar los que si paga y así podríamos seguir hasta el infinito.
Además de toda esta problemática de deudas y gastos que gravita sobre las finanzas de la Comisión, existen decenas de miles de empleados, ex empleados y pensionados de la CFE, que gozan del privilegio de no pagar su consumo de energía. Este pago que no hacen ellos se prorratea por la CFE entre todos los que si pagamos nuestro recibo de energía. Lo que es lo mismo: nosotros debemos pagar el consumo o otros.
POSTRE.- Pero lo malo de todo esto es que finalmente serán los millones de usuarios domiciliarios y pequeños empresarios que si cumplen, quienes deberán pagar la irresponsabilidad, ineficacia y corrupción que se genera, conjuntamente, con la generación de energía eléctrica, la empresa de calidad mundial.
Los mexicanos confiamos en que el nuevo director de la CFE el Dr. Enrique Ochoa Reza pueda terminar con estas lacras y atropeyos.
ADENDA.- Una llamada de atención a la clase trabajadora y empleados del país. Resulta que nuestra flamante Suprema Corte de Justicia ha resuelto, después de reinterpretar la legislación laboral que todos suponíamos tenia un espíritu justiciero y protector para el trabajador, que los tribunales civiles en los juicios mercantiles podrán retener o embargar hasta el 30% del salario o sueldo del trabajador que tenga una deuda con un banco o deudas derivadas de un contrato de arrendamiento.
¡Así como lo acaba usted de leer¡ El banco podrá irse en contra de su salario para que usted responda con él, por una deuda; Además los distinguidos juristas resolvieron: que antes de la retención del suelo o salario, habrá que deducir de la retención un salario mínimo.
La resolución tiene un profundo olor a tufo medieval o de legislaciones de los sistemas esclavistas de la antigüedad. Aquellos sistemas permitían que los deudores fueran esclavizados para realizar trabajos gratuitos en favor de su acreedor.
En la sesuda resolución de los ministros de la corte (con minúscula), parte del sueldo del trabajo, pasa a ser propiedad del acreedor, lo que viene siendo lo mismo.
Pero así están las cosas y poco puede hacer el ciudadano de a pie.
