ESTÁN POR ENTRAR EN VIGOR las reformas a los códigos de procedimientos penales y los penales de varias entidades, entre ellas Coahuila. El 18 de julio de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma constitucional para la creación de un nuevo sistema penal. Fue en febrero de 2012 que el congreso local aprobó la reforma constitucional para Coahuila y en febrero de 2013 se emitió la declaración para que el sistema judicial de nuestro estado se incorpore a los nuevos procedimientos.
Desde que se indiciaron las reformas legales a nivel federal y posteriormente a nivel estatal para el establecimiento de los juicos orales en materia penal; en lo personal no comulgué con dicha idea.
Este nuevo sistema me parece a mí en lo personal, que no logrará el mejoramiento de la administración de justicia, el perfeccionamiento del procedimiento de juicios penales, ni tampoco ayudará a combatir la impunidad, mucho menos lograr la justicia, valor a alcanzar por cualquier sociedad y fundamental obligación del Estado.
LOS COMENTARIOS que en su momento se hicieron a los promotores de la idea, fue de que habían visto demasiadas series policiacas de televisión importadas de los Estados Unidos e Inglaterra.
Para poder instituir un sistema de juicios orales en materia penal, por la experiencia obtenida en los países en donde están establecidos, sería necesario contar con una fiscalía muy fuerte, bien organizada, con alta capacidad jurídica y técnica; además, deberá estar provista de todos los recursos materiales y humanos necesarios para el cumplimiento de su encomienda, tal y como lo tienen los fiscales acusadores en los países citados.
ES EL MINISTERIO PÚBLICO el obligado a comprobar y acreditar la responsabilidad penal de los cusados; pero para lograr ese objetivo deberá tener, entre otras muchas cosas: recursos materiales y humanos suficientes, laboratorios de balística, de química, banco de datos, peritos grafólogos, médicos forenses, vehículos terrestre y aéreos para traslados en busca de pruebas, recursos económicos para las movilizaciones urgentes de su personal, equipo de médico y psiquiátrico, peritos forenses, una policía ministerial entrenada y capaz para obtener pruebas para presentarlas en juicio.
PERO LA INSTITUCIÓN del Ministerio Público no únicamente deberá contar con todos los recursos humanos y materiales necesarios para acreditar la comisión de los delitos y probar ante el juez la responsabilidad de los acusados; además deberá tener los recursos necesarios a su disposición de manera de poder apoyar al fiscal acusador durante mientras éste está físicamente en el juicio.
DE LO CONTRARIO será muy difícil que el Ministerio Público pueda cumplir a cabalidad con su tarea. Sentado en la Sala del juicio con el pliego de consignación y el auto de formal prisión, será imposible que pueda ahondar en los hechos que no obran en el expediente y sin capacidad para probar otros.
En los Estados Unidos de Norteamérica cuando el fiscal tiene suficientes pruebas recabadas en contra de un presunto responsable, declara "tenemos juicio" y es hasta entonces que se pide la instauración del jurado y se fija fecha para el inicio del juicio.
PREVIAMENTE AL INICIO del juicio y durante todo el tiempo de su desarrollo, el Fiscal Acusador cuenta con un gran equipo de colaboradores para recabar pruebas y evidencias que le permitirán llevar el procedimiento oral con pruebas y evidencias suficientes para convencerán al juez de la culpabilidad del acusado.
PERO PARA NUESTRA desgracia, el Ministerio Público en nuestro país carece de todo, muy especialmente del ese espíritu justiciero tan necesario para perseguir el delito y llevar a los responsables ante un juez y probar en derecho su culpabilidad. Estoy cierto que un sistema oral en los procesos penales (ojalá y que me equivoque totalmente) la impunidad será aún mayor.
CON UN MINISTERIO PÚBLICO débil, mal preparado, pésimamente pagado, sin estímulo escalafonario, desprovisto hasta de papelería para levantar las actas, carente de equipos técnicos, de personal especialista en las diversas ramas de la criminología y de las ciencias forenses, sin investigadores celosos y honestos, sin viáticos (¡necesito para la gasolina jefe!), sin un verdadero espíritu justiciero (más bien centavero) jamás podrá coadyuvar a la erradicación de la impunidad y menos mediante juicios orales.
POSTRE
Viene ahora la queja contra la directiva y dueños del equipo de futbol Santos Laguna. El reclamo se refiere a los horarios y fechas que imponen arbitrariamente para la celebración de sus encuentros tanto en el estadio local como en las plazas foráneas. El miércoles pasado que jugó el Santos contra el equipo argentino dentro de la Copa Libertadores, los mandamases del Santos y los monopolios televisivos impusieron las 10:30, diez y media de la noche (¿la hora de la familia?) para el evento, ello con el único fin de ajustarse a los horarios que imponen arbitrariamente los monopolios televisivos y los mercachifles que manejan este negocio.
SE TRATA DE UN verdadero ultraje y vejación para nuestra fiel afición futbolera, la que ha venido aguantando y tolerando pacientemente a esos mandamases y mercachifles que olvidan que ese público humillado y vejado es quien les da de comer a ellos, a sus familias y a los dueños de las televisoras; pero no tiene la culpa el indio sino quien lo hizo compadre.
