Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

Iglesia católica impulsa paz

CLIMA DE INSEGURIDAD AFECTÓ SERVICIOS RELIGIOSOS

Actividades. Poco a poco la afluencia a las iglesias fue mejorando en la ciudad.

Actividades. Poco a poco la afluencia a las iglesias fue mejorando en la ciudad.

GUADALUPE MIRANDA

Hace ocho años la vida de la Comarca Lagunera cambió. El clima de inseguridad se desataba, terminando con la tranquilidad de las familias. La paz de la región había terminado, por lo que la gente ya no salía a las calles, lo que provocó el cierre de negocios.

La iglesia católica también se vio afectada, por lo que tuvo que adaptarse a las nuevas necesidades de sus fieles, quienes se negaban a salir una vez que el Sol caía.

Pero más que cambiar horarios de servicios religiosos, se vio en la necesidad de ofrecer apoyo a aquellas personas que se han visto afectadas por la violencia que aún permanece "viva".

"Nos agarró de sorpresa. Hubo una retracción en muchos de los trabajos, la gente empezó a cerrarse más encerrarse”. — IGNACIO WONG, Vocero Diócesis

Ignacio Mendoza Wong, vocero de la Diócesis de Torreón, reconoce que como los negocios, la iglesia católica vio un desplome en la participación de los fieles hasta de un 50 por ciento. Misas, peregrinaciones e incluso el tradicional Viacrucis del Cerro de la Cruz, registraron poca participación en aquellos años, a causa del miedo.

Asimismo, dijo que "poquito a poquito fuimos tomando conciencia también nosotros en la iglesia de la necesidad de atender esa área, de descubrir eso que el Papa ha llamado las nuevas periferias, las nuevas realidades; esa fue una nueva realidad, no estábamos acostumbrados, no teníamos ni las herramientas para atender este tipo de situaciones", recuerda el sacerdote.

Ante tal necesidad, hace cinco años en distintas Diócesis de México se aplicaron talleres que atendieran estas situaciones que se fueron generando. Una de las Diócesis que se inscribió en este tipo de trabajo fue la Arquidiócesis de Acapulco, Guerrero, que entró en un programa piloto de "una iglesia comprometida", también en la búsqueda de la reconstrucción del tejido social desde la experiencia de la violencia que se estaba viviendo. Otra que se sumó fue la de Ciudad Juárez. Ambas Diócesis junto otras más, entraron a un programa nacional, coordinado a través de Cáritas Nacional y Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano en busca del qué hacer en relación a estas áreas concretas de servicio.

Dados los buenos resultados, hace aproximadamente dos años, la conferencia Episcopal invitó a otras las de la Comarca Lagunera, es decir, la de Torreón, Coahuila y a la de Gómez Palacio, Durango, para que se sumaran a este programa nacional.

De ahí nacieron dos equipos en cada Diócesis, cuyo objetivo es el de impulsar iniciativas de paz a través de la formación y promoción de la cultura de paz. "Para esto utilizamos una metodología que son unos talleres precisamente de cultura de paz, ya hemos dado dos talleres en Torreón de capacitación agentes para que ellos sean multiplicadores de estos talleres", dijo Mendoza Wong.

Gómez Palacio también ha llevado a cabo este tipo de acciones, incluso en este mes de mayo llevarán a cabo su segundo taller de formadores de agentes de paz.

 MÁS ACCIONES

El segundo campo en el que ha trabajado la Iglesia es el observatorio de violencia en La Laguna, el cual se mantiene sin arrancar. "Hemos ido muy despacio creemos que es importante conocer bien la realidad como está la situación de violencia para poder saber dónde tomar las medidas y las estrategias de trabajo que habrán de utilizar".

"Ahí estamos muy atorados, queríamos hacerlo nosotros en apoyo con otros organismos, nos ha faltado impulsar más esa área, nos hemos quedado en los datos que hay básicamente en lo que sale en la prensa y algunos estudios que hay a nivel fuera de iglesia en este campo, sabemos que hay investigaciones interesantes, pero no hemos logrado tener los contactos y lo hemos dejado detenido", explica Ignacio Wong.

El tercer campo es el del acompañamiento y la atención a personas que han sufrido las consecuencias de la violencia, sea en lo particular como víctimas, o por algún familiar o amigo.

"No nos gusta el término de víctimas, porque sentimos que genera violencia el sólo término, porque cuando hablamos de víctima hablamos de un victimario y entonces hablar de esas categorías que si bien son ciertas, nos parece que no abona para la construcción de una cultura de paz", señala el sacerdote.

En este punto existen dos ramas. Uno es el apoyo que se le brinda un grupo de estas personas que ya se encontraban conformadas, únicamente se les ofreció un espacio en donde llevar a cabo sus reuniones que realizan cada sábado o viernes en la Vicaría de Pastoral. "Hay personas católicas, no católicas y que no importa el credo religioso, pero que los vimos que andaban por ahí y quisimos acercarnos para brindarles apoyo".

"Otro servicio es que a partir de ahí nosotros generamos talleres de tanatología, especialmente contemplado para personas que han vivido estas situaciones, entonces echamos a andar varios talleres no a manera de curso, éste no es para preparar personas que sean tanatólogas, este es básicamente para acompañar a las personas en su propio proceso de duelo y ayudarles a recuperarse de esa situación".

Son gente preparada en el tema, quienes brindan ese acompañamiento a las personas que aún se encuentran en su proceso de duelo.

Y otro de los servicios que ya se venía ofreciendo desde hace 11 años, pero que debido a esta situación de violencia se vio en la necesidad de modificar es el taller "Comenzar de Nuevo" que inicialmente estaba dirigido para personas separadas, divorciadas y viudas.

"Vimos que podíamos adaptarlo, entonces hicimos adaptaciones en el programa e incluimos en los destinatarios, personas que también han perdido a alguien por esta situación".

La mecánica que aquí se utiliza es a base de retiros, en donde durante un fin de semana, se abordan diferentes temas en apoyo a estas personas. El próximo se tiene programado para este mes de mayo en los dos últimos fines de semana.

 RESPUESTA

La calma comienza a sentirse en la región. Pero de acuerdo con el sacerdote Ignacio Mendoza, no es porque la percepción de las familias laguneras haya cambiado, no es porque estemos más seguros, sino "porque la vida debe continuar".

"No es que nos acostumbremos, pero la gente tiene que hacer su vida diaria no puede estar encerrada tiene que salir", señala el vocero de la Diócesis, quien dice que la inseguridad aún se vive, pero la paz debe recuperarse poco a poco con la ayuda de todos.

8 AÑOS

Han pasado desde que se acentuó la violencia

Leer más de Torreón

Escrito en: iglesia lagunera diócesis Torreón

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Actividades. Poco a poco la afluencia a las iglesias fue mejorando en la ciudad.

Clasificados

ID: 988808

elsiglo.mx