Tras un año del arranque de la Cruzada Nacional sin Hambre, la Secretaría de Desarrollo Social desconoce el impacto del programa en la disminución de los índices de pobreza en México.
Ayer, durante su visita por la Comarca Lagunera, la secretaria federal Rosario Robles dijo que lo único que saben hasta ahora es que de los siete millones de mexicanos identificados con carencias alimentarias al inicio del sexenio, tres millones "ya comen mejor", gracias a la cruzada.
El gobierno de la República dispone de esa información con base en el padrón de beneficiarios.
Según la titular de Sedesol, será el Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) el encargado de medir el impacto del programa mediante un diagnóstico a efectuar en "los próximos meses" y que se podrá conocer hasta 2015.
La titular de Sedesol aseguró que la cruzada es un "esfuerzo integral" que no sólo se dirige a cubrir las carencias alimentarias, sino que atiende también derechos sociales como acceso a servicios de salud, vivienda de calidad y mejora en el ingreso económico, entre otros.
Ampliar la cobertura de pensiones para adultos mayores a partir de los 65 años de edad permitió incorporar a 2.5 millones de personas más, mientras que el seguro para jefas de familia ya tiene inscritas a más de tres millones de mujeres que sostienen hogares.
A partir del siguiente ciclo escolar, las becas que se otorgan mediante el programa Oportunidades se ampliarán para que egresados de bachillerato accedan a estudios universitarios.
Se calcula que en México hay más de 52 millones de personas en pobreza.
