Turístico. Los frescos de la Capilla Sixtina, sufren por los casi seis millones de visitantes que recibe al año el recinto.
La Capilla Sixtina, considerada auténtica apología pictórica del Renacimiento, entrenará el 31 de octubre una nueva iluminación que resaltará todos sus detalles y un innovador sistema de climatización para su conservación.
Hay fechas que están destinadas a hacer la Historia del Arte y el 31 de octubre es una de ellas, sobre todo para la Capilla Sixtina.
Ese día en 1512, el papa Julio II, quien encargó decorar este espacio del Palacio apostólico a Miguel Ángel Buonarotti, descubría la bóveda con los frescos de la Creación, y en 1541, Pablo III mostró con asombro y polémicas el frontón con el Juicio Final.
El próximo 31 de octubre, la Capilla Sixtina, ese maravilloso y delicado cofre que alberga los frescos de los más importantes artistas del Renacimiento, se adapta a los tiempos y renace con una nueva iluminación y climatización.
Hace cuatro años, el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, mostraba su preocupación por la conservación de los frescos de la Capilla Sixtina, debido al excesivo número de visitantes y a la falta de instalaciones adecuadas para eliminar la contaminación ambiental. Los frescos de esta "caja mágica" del arte están en gran forma.