Cuando el presidente de la nación más poderosa del mundo intentó detener la difusión de su acoso sexual contra una pasante en servicio social, nunca imaginó que los medios de comunicación -que controlaba en esos momentos- fueran a ser insuficientes para detener el deterioro de su imagen, que terminaría con su renuncia y consecuentemente el fin de la carrera política.
La incipiente comunicación a través de la red conocida como la Internet, fue suficiente para despertar el interés público del caso y de ahí, la imparable nueva comunicación del mundo hizo sentir la importancia de su presencia.
Le ofrezco otro ejemplo de eficiencia: a pesar de los intentos por ocultar la operación que llevaría a la detención y muerte de Osama bin Laden, un ciudadano común, por medio de su teléfono, divulgó la noticia que hasta entonces pensaban era privilegio de las altas autoridades norteamericanas, que observaban morbosamente el operativo desde su búnker.
Detener, acaparar información, modificar contenidos o intentar manipularla se va transformando en imposible. Las redes sociales han abierto un nuevo canal que mantiene enterado al mundo de todo lo acontecido; baste otro ejemplo local: el uso del medio para que los laguneros sepamos de los actos de violencia que se presentan en nuestras ciudades.
Esa realidad es reconocida por los medios de comunicación tradicionales; de hecho, todos ellos dan espacios para que los proyecten en correos electrónicos, el conocido como facebook o el novedoso Twitter. Los ejemplos usted los conoce; desde la obligada llamada de atención para que compre o contrate servicios que no pidió, hasta las agresiones y difamaciones que se pueden presentar por estos medios de redes sociales.
De antemano reconozco los abusos que de esos medios cometen repetidamente criminales, enfermos mentales o simples cobardes; sin embargo, la suma es a favor y además ofrece la posibilidad de recibir información transparente y sin manipulaciones, que en otras ocasiones y por los medios tradicionales puede ser acotada; representa simple y sencillamente un acceso poderoso hacia el camino de la liberad.
Viéndolo así: ¡bienvenidas las TIC! -las Tecnologías de la Información y Comunicación-.
Si usted aún no las utiliza le sugiero que empiece a hacerlo, aunque debo advertirle que en no pocas personas he conocido enfermedades sociales que sufren obsesos por la adicción, que les lleva a la individualidad y la soledad. Repasemos la historia:
Uno de los más remotos antecedentes de esas TIC se encuentra en los correos humanos, atletas que corriendo hacían llegar la estafeta enviada por los emisores a los receptores que se encontraban a cientos de kilómetros de distancia. Aún en el siglo XVIII existían esos personajes y otros, que en caballos recorrían la legua para llevar información; luego, con la llegada de la máquina de vapor fueron desplazados.
Después vendrían las primeras oficinas de correos del mundo.
Aquellos mensajeros dejaron de ser útiles por los primeros telégrafos, invento de 1833, cuando el franciscano, astrónomo y físico alemán Johann Carl Friedrich Gauss y su amigo Wilhelm Eduard Weber, instalaron una línea telegráfica de mil metros de longitud sobre los tejados de la población alemana de Göttingen, que luego Samuel Morse utilizó para revolucionar la comunicación.
En el camino, las primeras máquinas de escribir mejoraron la comunicación con una escritura clara y legible.
En la historia del mundo han existido diferentes técnicas para acuñar palabras, desde los babilonios, pasando por los chinos, egipcios, griegos y romanos; sin embargo, fue Johannes Gutenberg, quien revolucionó los medios de comunicación al inventar la imprenta y editar la Biblia. Su aportación favoreció y diversificó al cristianismo y además, muy importantemente, permitió la aparición de los primeros panfletos, gacetillas y periódicos, incluyendo el medio de comunicación que sigue utilizándose hasta la fecha. ¿Está usted leyendo en El Siglo de Torreón impreso o por la Internet?
Luego, la adaptación del telégrafo -1910- permitió la aparición del teletipo, enviando información de punto a punto, reactualizando la comunicación. ¿Sabía que Don Antonio de Juambelz lo utilizó novedosamente en El Siglo de Torreón?
En 1935, apareció la radio, permitiendo recibir noticias en el breve lapso, que se complementó con la llegada de la televisión; la imagen dio realidad visual a las noticias.
El paso decisivo llegó con la computación en 1969, invento de origen militar que luego corrió a lo académico y terminó siendo el mejor medio para recibir noticias.
La Internet es el último paso.
Lo actual usted ya lo conoce.
Más allá de informarse, comunicarse e intercambiar todo tipo de transacciones, la comunicación actual, instantánea y recibida en cualquier punto del mundo, representa la oportunidad de tener información para poder decidir y actuar en consecuencia; es el mejor medio para ser verdaderamente libres, si es que la utilizamos de la manera adecuada. Tal es su importancia y nos corresponde usarla adecuadamente, siempre al servicio del bienestar.
ydarwich@ual.mx