El Ministerio de Exteriores del Reino Unido informó hoy de que han sido incineradas unas 190 toneladas de material químico pertenecientes al régimen sirio y que podría haber sido utilizado para fabricar gas nervioso.
Londres se comprometió a destruir en instalaciones privadas el 15 por ciento del arsenal químico declarado por el régimen de Bachar al Asad, que comprende más de 1,300 toneladas de material.
Todas las sustancias clasificadas como "precursores B" que poseía el Gobierno sirio, las cuales deben combinarse con los llamados "precursores A" para ser peligrosas, y una cantidad menor de ácido clorhídrico llegaron al Reino Unido desde Damasco hace tres semanas.
El material se incineró en la planta de la compañía francesa Veolia Environmental Services en el puerto de Ellesmere, al noroeste de Inglaterra.
"Al destruir estas sustancias químicas, el Reino Unido ha hecho su parte en el esfuerzo internacional para asegurarse de que el armamento químico de Asad nunca volverá a ser utilizado contra el pueblo sirio", afirmó el secretario de Estado británico para Oriente Medio y el Norte de África, Tobias Ellwood.
El esfuerzo para trasladar y destruir el arsenal químico de Asad involucra a varios países.
Así, Dinamarca y Noruega se encargaron del transporte marítimo de las sustancias, mientras que Rusia y China escoltaron los barcos de mercancías para asegurar su seguridad en las cercanías de la costa siria.
Estados Unidos, Italia, Finlandia y Alemania también han contribuido en diversas tareas, señaló el Foreign Office.
Esa colaboración "demuestra lo que se puede lograr cuando la comunidad internacional, incluida Rusia, acuerda trabajar unida por el bien común", dijo Ellwood, quien consideró que "el reto ahora es mantener esa unidad para sellar un acuerdo político que ponga fin a ese espantoso conflicto".
