Aunque he dejado de fumar, reconozco y respeto el derecho de cualquier persona a entregarse a ese vicio. Cada cual debe ser dueño de su voluntad, siempre y cuando no afecte a terceros.
Pero parce que a los defensores de la ley antitabaco, se les olvida el derecho de esos otros a fumar si así lo desean.
Cada vez son más raros los lugares públicos que tienen espacios para los fumadores. Se les arrincona y trata como apestados, cuando también tienen derechos.
Recientemente leía en la prensa europea, que ya ni los cigarrillos electrónicos quieren permitir, 'quesque' porque expelen vapores tóxicos.
He visto a esos fumadores que quieren dejar en definitiva el tabaco, prendidos de esos pitillos, succionando con verdadera fruición para aspirar un poco de nicotina.
La verdad es preferible no fumar que estar haciendo esfuerzos para suplantar el tabaco, porque a demás, es como bailar con tu hermana, no sabe a nada.
Mi amigo Ramón, anda con su pitillo de aquí para allá tratando se calmar sus ansias nicotínicas. Si este país fuera justo, dejaba que cada cual hiciera lo que le viniera en gana en ese tema.
Porque además, mientras que se les van al cuello a los fumadores, hay corrientes de legisladores que quieren autorizar el uso de la marihuana, "con fines terapéuticos". A otro perro con ese hueso, la mota es la mota y afecta como cualquier droga.
México se debate en una lucha contra los narcos y en Estados Unidos la autorizan para que sus marihuanos estén contentos, ¿pos' de qué se trata?
Y todavía hay legisladores, como los del D.F., que están impulsando esos cambios en nuestro país. Muy novedosos los señores, pero totalmente incongruentes.
Que se respete el derecho de los no fumadores, pero que se abran espacios para los fumadores, porque éstos tienen el mismo derecho que los otros.
Porque, al final del cuento, va a resultar que será más fácil sacar un cigarro de marihuana que uno de tabaco y fumárselo en un lugar público. Humo es humo ¿o qué no?
Pero además, cada cual hace con su vida lo que le venga en gana y si la quiere gastar fumando tabaco, está en todo su derecho.
Y que no vengan con el argumento de que "es un asunto de salud pública", porque igual sucede con los embarazos no deseados y sin embargo hay quienes se oponen al uso del condón y lo evitan. ¿Cuál es la diferencia?, ¿que uno se nota (el tabaco) y la ausencia de condón se da en la intimidad?
Que cada cual haga con su vida lo que quiera, que para eso es libre y las legislaciones no se metan en la esfera privada de los particulares.
Y dicho sea de paso, no hay nada más odioso que un fumador arrepentido, todo les molesta, cuando tiempo atrás fueron capaces de fumarse la isla de Cuba.
O todos coludos o todos rabones, como dice el dicho. O se abren espacios para todos o se cierran para todos, escojan, pero no fastidien con reglas moralistas o sanitarias que no son parejas.
Tan rico que es un cigarro acompañado de un buen café. Es un verdadero placer, que nadie que lo haya probado lo puede negar.
Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar que Dios te guarde en la palma de Su mano".