Persiste. A pesar de esfuerzos de las ONG, la tortura sexual continúa. (ARCHIVO)
México no ha cumplido sus obligaciones internacionales en cuanto a prevención y castigo de la violencia sexual contra las mujeres en custodia de las autoridades, señaló ayer la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI).
Amnistía dio a conocer en Ciudad de México su reporte "Fuera de control: Tortura y otros malos tratos en México", en el que cita la violación y otras formas de violencia sexual como uno de los métodos de tortura más habituales en el país.
El documento señala que las mujeres son especialmente vulnerables a esta forma de tortura cuando están bajo custodia, "y sin embargo las detenidas son recluidas en bases militares e instalaciones policiales a cargo de varones sin que existan medidas efectivas que garanticen su seguridad física".
De acuerdo con AI, el trauma infligido a estas mujeres, combinado con la falta de acceso a una atención médica inmediata, imparcial y sensible al género, hace muy difícil que denuncien.
"El impacto psicológico de estas torturas suele verse exacerbado cuando exigir justicia requiere a menudo ser sometidas a reiterados exámenes médicos durante varios años", indica el informe.
Refiere que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado a México que elabore protocolos y procedimientos sensibles al género para investigar la violencia sexual.
"Esto no se ha llevado a cabo y los casos que se documentan en este informe indican que las denuncias de violencia sexual contra mujeres bajo custodia no se investigan", subraya.
Como caso emblemático cita el de las sobrevivientes de violencia sexual a manos de policías el 3 y el 4 de mayo de 2006 durante la represión a un movimiento de protesta en San Salvador Atenco (Estado de México), en momentos en que era gobernado por el actual presidente Enrique Peña Nieto.