Anónimo. La investigación está en el anonimato porque no se ha anunciado públicamente.
La Armada investiga posibles engaños en los exámenes por parte de marinos de reactores nucleares navales en Charleston, Carolina del Sur, dijeron las autoridades.
El Servicio Naval de Investigación Penal (NCIS en inglés) lleva a cabo el proceso.
Las denuncias involucran posibles trampas en los exámenes relacionados con los reactores nucleares que propulsan los submarinos y los portaaviones. No tienen que ver con las armas nucleares de la armada y por lo tanto el caso no es directamente comparable a la investigación en la Fuerza Aérea de supuestos engaños por parte de los oficiales que operan los proyectiles nucleares con base en tierra.
Los funcionarios revelaron la investigación con la condición del anonimato porque no se ha anunciado públicamente.
En esta etapa de la investigación, se cree que aproximadamente una docena de marinos están involucrados en el supuesto engaño, aunque todavía no se ha llegado a las últimas conclusiones, aclararon.
La Armada se aprestaba a revelar algunos detalles de la investigación en una conferencia de prensa ayer martes en el Pentágono a cargo del almirante Jonathan Greenert, jefe de operaciones navales, y el almirante John Richardson, director del Programa de Propulsión Nuclear Naval.
SIGUE ESCÁNDALO POR ESPIONAJE
Por su parte, el escándalo por espionaje sigue, la inteligencia estadounidense comenzó a espiar al predecesor de la actual canciller Ángela Merkel en el año 2002 debido a su oposición a la invasión encabezada por Estados Unidos en Irak, reportaron ayer martes medios alemanes.
Informes anteriores basados en los documentos proporcionados a los medios de comunicación alemanes por el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden indicaron que el teléfono celular de Merkel fue blanco de espionaje. Ella asumió el cargo en 2005.
El diario de Munich Süddeutsche Zeitung y la cadena pública NDR informaron ayer martes que el predecesor de Merkel, Gerhard Schroeder, ingresó en la lista de la NSA como el número 388 en el 2002.
Citando a funcionarios del gobierno que vieron los documentos de Snowden, el periódico dijo que la postura de confrontación de Schroeder con respecto a Irak y preocupaciones de la alianza encabezada por la OTAN llevaron a la medida.
