El tiempo dedicado por el Gobernador Rubén Moreira a la rendición de su tercer informe anual de gobierno ante el Congreso de Coahuila, en una larga perorata consigo mismo de casi siete horas, es inversamente proporcional a los escasos resultados de su gobierno.
Además el informe es de una opacidad impenetrable, en virtud de las afirmaciones del Gobernador según los cuales en los últimos tres años se han creado ochenta y cinco mil empleos y nuestro estado ocupa el segundo lugar con menor pobreza en el país. Lo anterior se contradice con otras menciones contenidas en el propio informe, respecto a que el Programa Alimentario de la administración de Moreira atiende a doscientas ochenta mil familias en cuatrocientos setenta localidades que enfrentan alta marginación, lo que desmiente las cifras felices y revela un enorme índice de pobreza si tomamos en cuenta que la población aproximada del Estado es de dos millones setecientos mil habitantes.
Otro de los temas destacados del informe es el de seguridad pública en el que el Gobernador presume de grandes avances basado en estadísticas que no convencen, como la relativa a que la tasa de homicidios ha descendido en un setenta y uno por ciento. Es cierto que la violencia en la entidad ha disminuido, pero aún se mantiene en niveles alarmantes y los muertos y desaparecidos del pasado reciente, sobre todo los trescientos sepultados en las fosas descubiertas este año en la población de Allende, han dejado heridas que aún no cicatrizan, debido a los nulos resultados de las investigaciones a cargo de la Procuraduría de Justicia.
El anuncio hecho en el sentido de que la actual Procuraduría de Justicia de gris trayectoria, será substituida por el sistema de Fiscalía que reúne las funciones de ministerio público y policía, tan cuestionada por su mal desempeño en tiempos de su hermano Humberto, indica que ni el propio Gobernador está convencido de los resultados en materia de seguridad y por ello ofrece insiste en una presunta renovación que no hace sino proponer más de los mismo: Pruebas de confianza, certificación, bla, bla bla.
A pesar de que el gobernador anuncia la realización de obra pública por diez y siete mil millones de pesos en los últimos tres años, lo cierto es que la percepción de los coahuilenses apenas alcanza a reconocer algunos modestos avances en obras iniciadas desde el sexenio anterior que han sido abandonadas y retomadas en forma intermitente, debido a la quiebra económica que afecta al estado en virtud de la enorme deuda pública que sofoca sus finanzas.
Moreira eludió el tema de la megadeuda que constituye un tópico obligado y recurrente, porque además del agravio social que implica reduce a su mínima expresión el espacio de maniobra del gobierno en la función administrativa y en cuanto al desarrollo económico, porque a pesar de la sangría constante de recursos para pagar intereses y el costo de dos reestructuraciones, de tres años a la fecha el capital insoluto de la deuda ha crecido en un quince por ciento, hasta sobrepasar los treinta y ocho mil quinientos millones de pesos pagaderos a treinta años, lo que oscurece el futuro de los coahuilenses de la generación presente y de las siguientes.
Al tercer informe de gobierno de Rubén Moreira asistió en representación del presidente Enrique Peña Nieto la Secretaria Federal de Salud Mercedes San Juan López, lo que resulta en una especie de sarcasmo, en virtud de tratarse de un rubro del servicio público que la administración de Moreira mantiene en el abandono, y que no mereció en el discurso de la visitante más espacio, que la mención a la campaña contra la obesidad que presuntamente sostiene el gobierno de la entidad.
La nota más lamentable corresponde a la víspera del Informe, en que para prevenir la incursión anunciada de una marcha de estudiantes al recinto del Congreso el día del Gobernador, un contingente de soldados del Ejército Mexicano penetró en el campus de la Escuela de Ciencias Políticas de Torreón con fines claramente intimidatorios. No existe institución que deje libre de contaminación, el gobierno nefasto del moreirato.
