La ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní se realiza en la capital austriaca, donde está la sede de la Organización Internacional de Energía Atómica, que se inserta en el marco de Naciones Unidas. (ARCHIVO)
La quinta ronda de negociaciones entre Irán y las cinco potencias con veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, inició hoy en Viena y existen perspectivas favorables de lograr un avance.
A la reunión en Viena, Austria, asisten la jefa de la delegación negociadora de los países de la Unión Europa y alta representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, y el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif.
La ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní se realiza en la capital austriaca, donde está la sede de la Organización Internacional de Energía Atómica, que se inserta en el marco de Naciones Unidas.
El jefe de la diplomacia iraní declaró en el Aeropuerto de Mehrabad en Teherán que el país dará lo mejor para lograr un acuerdo definitivo en el grupo 5+1, según la agencia de noticias iraní IRNA.
La agencia austríaca de noticias APA, por su parte, señaló que el ministro iraní de Asuntos Exteriores, quien representa a su país en las discusiones, se mostró optimista al tomar el vuelo de Teherán a Viena de lograr un convenio.
El formato de esas conversaciones se denomina 5+1 debido a que en ella participan Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña, las potencias con veto en el Consejo de Seguridad, a las que se sumó Alemania, que no dispone de ese instrumento en ese organismo.
Zarif tiene previsto entrevistarse por separado con el secretario de Estado adjunto estadunidense, William Burns, quien acude por primera vez a esas negociaciones en Viena.
La pláticas 5+1 están en un punto crucial porque el lapso para llevarlas a cabo con éxito vencerá el 20 de julio próximo.
Otra novedad de la quinta ronda de negociaciones es la presencia de expertos en sanciones. Irán se encuentra bajo las sanciones que desde hace años le impuso Estados Unidos si no detenía su programa de producción nuclear.
Los países de Occidente representados en las discusiones quieren garantías previas por parte del gobierno de Irán de que el programa nuclear de ese país es de naturaleza pacífica y solo tiene el objetivo de cubrir en parte las necesidades energéticas iraníes.
En contraste, la organización crítica “Alto a la Bomba” renovó sus ataques a esas conversaciones y dijo que éstas van rumbo a legitimar el programa atómico iraní.
Su dirigente es el alemán Stephan Grigat, quien tiene la cátedra de Judaísmo en el Instituto de Ciencia Política y en el Instituto de Judaísmo de la Universidad de Viena.
Grigat afirmó que las negociaciones solo han logrado hasta ahora que Irán disponga de más tiempo para expandir su programa nuclear.
La agrupación rechaza las pláticas con Irán y favorece la respuesta hostil contra ese país árabe.
