Entrega. Miembros del Ejército entregan caja con alimentos.
El Gobierno chileno inició ayer el reparto masivo de víveres, pañales, frazadas y colchonetas a la población damnificada por el terremoto de magnitud 8.2 en la escala de Richter que golpeó el martes al norte del país, causando la muerte a seis personas.
Vehículos de carga comenzaron a transportar desde primera hora del domingo once toneladas de ayuda, incluyendo centenares de litros de aceite y agua, miles de kilos de harina, arroz y fideos; así como pañales, frazadas y colchonetas, entre otros enseres, informaron las autoridades.
La mayor parte de la ayuda está siendo distribuida en caletas pesqueras y pueblos cercanos a la cordillera, seriamente dañados por el sismo.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, que se encuentra en la zona, detalló a los medios que la ayuda llegó el sábado a la zona en aviones de la Fuerza Aérea, en los que además venía un importante "stock" de viviendas de emergencia, que también serán entregadas en los próximos días, luego de remover los escombros.
"Es un plan completo que va a significar un gran esfuerzo de todo el Gobierno, de las Fuerzas Armadas y de los municipios".