Encuentros. Las reuniones permiten reunir a coreanos de ambos lados de la frontera que no ven a sus seres queridos desde hace años.
La segunda ronda semanal de reuniones de familias coreanas separadas por la guerra que sacudió la península hace más de 60 años arrancó en un complejo turístico norcoreano con la participación de más de 400 personas.
Un total de 357 surcoreanos pudieron reunirse con 88 familiares norcoreanos, confirmó la agencia surcoreana Yonhap.
Los encuentros nuevamente estuvieron marcados por las lágrimas y la emotividad, ya que los participantes, la mayoría de ellos ancianos, llevaban más de seis décadas sin poder ver y hablar con sus familiares al otro lado del paralelo 38.
"He llegado a asumir que mi hermano estaba muerto y he celebrado ceremonias funerarias en su honor. ¡Estoy tan contento por poder verle!" explicó en declaraciones recogidas por Yonhap el surcoreano Lee Oh-soon, tras encontrarse con su hermano menor, de 83 años, que reside en Corea del Norte.
Este es el segundo ciclo de reuniones de esta semana, después de el que se celebró entre los días 20 y 22 de febrero.
Ayer mismo, las otras 82 familias del Norte y del Sur que participaron en la primera ronda se despidieron entre lágrimas tras haber podido reunirse durante tres días en el complejo turístico norcoreano del Monte Kumgang, el mismo recinto en el que arrancaron ayer las nuevas sesiones.
Este evento humanitario, el decimonoveno en la historia y el primero desde 2010, ha llegado después de que las dos Coreas confirmaran su voluntad de abrir una etapa de entendimiento tras años de tensión, al concluir con éxito la semana pasada su primera cita de alto nivel desde 2007.
Se espera que estas reuniones sean un primer paso para que Norte y Sur pongan fin a las hostilidades.