La Justicia brasileña inició hoy un juicio contra tres personas acusadas de matar, descuartizar y devorar a por lo menos tres mujeres entre 2008 y 2012 en el estado norteño de Pernambuco.
Jorge Beltrão Negromonte da Silveira, de 52 años, Isabel Cristina da Silveira, de 53, y Bruna Cristina Oliveira da Silva, de 28, están acusados de haber participado en la muerte de tres mujeres y comer su carne.
Conocidos como "los caníbales de Garanhuns", en relación a la localidad en la que viven, la policía descubrió los crímenes al encontrar los restos de dos mujeres en el huerto de los tres supuestos asesinos, quienes según la prensa vivían en una especie de triángulo amoroso.
La policía les atribuye por lo menos tres muertes y, por cada víctima, podrían ser condenados hasta a 30 años de cárcel, aunque la defensa asegura que basará su estrategia en afirmar que los "caníbales" no sabían lo que hacían cuando cometieron los delitos.
Los tres declaran formar parte de una secta llamada "Cartel" por la que se ven obligados a cometer rituales de sacrificio con las víctimas, con el objetivo de "controlar la natalidad" y "purificar el mundo".
El caso ganó mayor repercusión en este estado del noreste de Brasil porque el trío llegó incluso a utilizar carne humana para realizar aperitivos como empanadas y las clásicas 'coixinhas' brasileñas que vendieron en la periferia de la localidad de Garanhuns.
