Con la desaparición de la nómina por honorarios, mañana miércoles 15 serán despedidos los primeros 600 empleados del ayuntamiento. Se proyecta lograr un ahorro de 65 millones de pesos.
Esta medida forma parte de los compromisos que hizo el alcalde Miguel Riquelme para aplicar un control en el gasto público y destinarlo a inversión pública, según el tesorero Enrique Mota.
El funcionario informó que paralelamente inició la revisión de los perfiles de los mil 840 empleados de confianza restantes, "con miras a eficientar las jornadas de trabajo, para que un empleado desempeñe diversas funciones dentro de su misma área (...) nada de burocracias ni gente inactiva".
De la nómina anual por 620 millones de pesos con que cerró la anterior administración, "el compromiso (...) es dejarla en 445 millones de pesos en el año", dijo Mota.
Aseguró que para mañana, día de pago de la primera quincena de la administración, "sí hay dinero para cubrir la nómina, con los ingresos propios que hemos tenido estos días, así como algunas participaciones federales que esperamos recibir hoy".
Explicó que la nómina por honorarios forma parte del capítulo 1000, y que "al desaparecer, sólo nos queda la alternativa de hacer contrataciones de manera eventual y por lapsos breves como el caso de los trabajadores de la marea roja".
El personal sindicalizado, que suma 990 trabajadores, no será afectado por los recortes.
Otra de las medidas tomadas para optimizar el gasto, según Enrique Mota, es que no se comprarán nuevos vehículos. Exclusivamente se arrendarán las unidades para las áreas operativas y de supervisión; el personal de escritorio deberá usar su auto.
Por lo que respecta a los teléfonos celulares, cada funcionario municipal deberá pagar su servicio, incluyendo el alcalde Miguel Riquelme.
