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Inseguridad y caída en precios del petróleo preocupan a Banxico

JESÚS CANTÚ

La semana que recién terminó se dio a conocer la minuta de la Junta de Gobierno del Banco de México de su sesión del 31 de octubre, en la que determinó mantener inalterada su política monetaria, pero en la que la mayoría de los miembros de dicho órgano expresaron su preocupación porque la inseguridad y la caída en la producción y los precios internacionales del petróleo impacten negativamente el crecimiento económico.

En el documento consta que en dicha sesión se revisaron las condiciones de la economía internacional, entre las que destaca la desaceleración económica de los países europeos y de las economías emergentes, particularmente China, India, Brasil y Rusia, con el consiguiente impacto negativo sobre la economía mundial. Reconocieron que la recuperación norteamericana continúa de acuerdo a lo estimado. También se resalta la creciente volatilidad e incertidumbre de los mercados financieros internacionales, lo que ha provocado una apreciación del dólar.

En relación a la economía mexicana revisaron lo sucedido en los dos primeros meses del tercer trimestre (julio y agosto) y sostuvieron que se mantiene su último pronóstico de crecimiento para el 2014, entre 2.3 y 3.3% anual, que concuerda con el de 2.7% de Hacienda y es más de un punto inferior al pronóstico inicial de dicha dependencia de 3.9%.

Y aunque todos los miembros de la Junta de Gobierno coincidieron en lo anterior, así como en mantener sin cambio la política monetaria, se dejó claro que el desempeño de la economía "…fue reflejo, sobre todo, del dinamismo de la demanda externa, si bien también se observó una gradual recuperación del consumo y la inversión e inclusive cierta mejoría en el gasto en construcción. No obstante, un miembro notó que la confianza del consumidor continúa débil".

También se afirma en la minuta: "…un miembro sostuvo que las perspectivas de crecimiento para México se han deteriorado como resultado de la debilidad que ha registrado recientemente la economía mundial y la incertidumbre prevaleciente en los mercados financieros". Lo cual sin duda no fue compartido por el resto de los integrantes, pues el documento no lo especifica.

Aunque sin unanimidad, el documento hace referencia a dos preocupaciones que comparten la mayoría de los integrantes del órgano de gobierno del Banco de México: "Asimismo, la mayoría arguyó que descensos adicionales en la producción o en el precio del petróleo podrían incidir negativamente en la actividad económica. Finalmente, la mayoría agregó que los recientes acontecimientos sociales en el país podrían deteriorar los niveles de confianza de los agentes económicos, locales y extranjeros, con su consecuente efecto adverso sobre la inversión".

El asunto es todavía más relevante porque en los dos rubros la situación es en estos momentos peor de lo que era el 31 de octubre, cuando se celebró la reunión de la Junta de Gobierno. Respecto al precio del barril de petróleo de la mezcla mexicana, de acuerdo a la página de Pemex, el mismo fue de 71.16 el viernes 14 de noviembre y no se tiene ninguna certeza sobre cuál será su evolución.

El impacto de dicha caída sobre las finanzas públicas mexicanas será menor en el 2015, ya que el Gobierno mexicano ya tomó las previsiones adecuadas y compró las coberturas, que le permiten asegurar el precio que se estableció en el presupuesto de ingresos de la federación; pero será muy importante en cuanto a los impactos que se esperan en la inversión extranjera por las reformas estructurales y, muy particularmente, por la reforma energética, ya que menores precios del petróleo pueden traducirse directamente en menores flujos de capital, ante la disminución en las utilidades esperadas por dichas inversiones.

Por otra parte, en relación a la caída de la producción, hay que recordar que la tendencia de la producción petrolera mexicana viene a la baja y su reversión, como consecuencia de la reforma energética, será en el mediano y largo plazo y no en el corto, por lo cual si el Gobierno mexicano se equivoca nuevamente en sus estimaciones y cálculos de la extracción, como ya sucedió, las consecuencias sobre las finanzas públicas sí serán directos, pues en ese casi simplemente disminuirán los volúmenes de producción y, por ende, de exportación.

Mientras tanto, en lo referente a los acontecimientos sociales, las protestas en relación a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre se multiplicaron y elevaron sus niveles de violencia. Nada más en la última semana se presentaron el intento de quemar la puerta de Palacio Nacional; el incendio del Congreso de Guerrero; la toma de más de dos decenas de alcaldías en Michoacán; la toma de las casetas de la carretera DF-Cuernavaca; y muchos otros eventos de protesta más que es imposible hacer el recuento detallado. Y, lo peor, tampoco se tiene certeza sobre la evolución de estos acontecimientos, pues la irritación se extiende y las protestas crecen, sin recibir una respuesta apropiada del gobierno federal.

La buena noticia de la divulgación de la minuta de la Junta de Gobierno del Banco de México es que permanecen inalterados los pronósticos de crecimiento del PIB; las malas son que el crecimiento será muy bajo y, las preocupaciones que se expresan, pues de acuerdo con la evolución más reciente éstas se estarían acentuando.

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