El fabricante estadunidense de procesadores Intel anunció hoy el cierre de su planta en Costa Rica, lo que dejará sin empleo a unas mil 500 personas.
En un comunicado, la empresa indicó que disminuirá sus operaciones de ensamble y prueba en Costa Rica durante los próximos seis meses y cerrará la planta antes del final de 2014.
“Después de un extenso análisis, la compañía concluyó que la mejor solución de largo plazo para maximizar la eficiencia y efectividad operacional a nivel mundial es cerrar sus operaciones de ensamblaje y prueba en Costa Rica”, explicó.
Agregó que “Intel buscó múltiples opciones, tanto internas como externas”, pero “al final ninguna de ellas se consideró como alternativa viable a la luz de las necesidades de largo plazo”.
Intel aseguró que trabajará de cerca con el gobierno costarricense para reducir en la medida de lo posible el impacto económico que esta decisión tiene para el país”.
Desde su instalación en Costa Rica en 1998, Intel se constituyó en un sector de fuerte participación en las exportaciones costarricenses, habiendo representado algo más de la cuarta parte de las ventas del país al exterior.