Le salieron varios dueños de su carta a Rojo. (Archivo)
El supuesto interés de Manchester United por Marcos Rojo provocó una disputa entre su club portugués y un fondo de inversiones que asegura tener los derechos del lateral argentino.
Sporting de Lisboa disciplinó a Rojo al dejarlo en la banca para el primer partido por la liga portuguesa por lo que el club catalogó como "interferencia y presiones ilegítimas" para vender al jugador de parte de la compañía Doyen Sports, dueña de una parte de los derechos del defensor.
Doyen respondió que Sporting "tiene todo el derecho de no transferir al jugador Marcos Rojos, sabiendo que sólo tiene que compensar al fondo según las condiciones y plazos establecidos en el contrato".
Doyen pagó el 75% de la transferencia para ayudar a Sporting a adquirir a Rojo del Spartak de Moscú en 2012.