Detenido. Beltrán Leyva en el momento de su llegada a los edificios federales. (EFE)
Las autoridades mexicanas sometieron ayer a interrogatorios al capo Héctor Beltrán Leyva, arrestado en el estado de Guanajuato, centro de México, en un operativo calificado por Estados Unidos como un golpe demoledor a su imperio de narcotráfico.
Luego del ajetreo que significó su captura, el capo ya declara ante las autoridades, quienes lo buscaron desde hace años, como uno de los principales referentes del crimen organizado en el país.
El jefe máximo del cártel del narcotráfico de los Hermanos Beltrán Leyva, surgido en 2008, fue capturado en Guanajuato y trasladado ayer a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Fuentes de la Fiscalía mexicana confirmaron el interrogatorio de este capo de las drogas y señalaron que existe un plazo legal de 48 horas, el cual puede duplicarse, para su consignación ante un juez por su vinculación con delitos de narcotráfico.
Además de las órdenes de captura en México, el apodado "El H" y "El Ingeniero" afronta un potencial pedido de extradición de Estados Unidos, cuya Agencia Antidrogas calificó su captura como la muestra de que "uno de los mayores imperios de la droga del mundo continúa desmoronándose".
Se especula que antes de que finalice el año, el gobierno norteamericano solicitaría su extradición, a lo cual las autoridades mexicanas accederían.
El capo mexicano también fue sometido a exámenes médicos y a una prueba genética para comprobar su identidad después de que fue capturado en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato.
Las autoridades lo arrestaron sin disparar un tiro en un restaurante de mariscos tras una operación de inteligencia que se prolongó durante once meses, señaló la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, destacó el esfuerzo conjunto de las Fuerzas Armadas, la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en la captura del narcotraficante.
Esta "acción acredita la eficacia" de la política de seguridad pública para lograr la paz en el país, indicó Peña Nieto en dos mensajes en la red de Twitter.
Las autoridades mexicanas ofrecían una recompensa de 30 millones de pesos además de los cinco millones de dólares ofrecidos por Estados Unidos por la captura de este capo de las drogas.