El Ministerio Público peruano informó que tras la protesta de Greenpeace en la zona colindante con la figura arqueológica del Colibrí, “se detectaron daños irreparables”. (EFE)
El gobierno de Perú inició una investigación contra la organización ambientalista Greenpeace por daños a mil 600 cuadrados del área protegida Líneas de Nasca, luego de la protesta que realizó esta semana en el marco de la cumbre COP20.
El Ministerio Público peruano informó que tras realizarse una inspección en la zona colindante con la figura arqueológica del Colibrí —donde Greenpeace colocó un letrero gigante— “se detectaron daños irreparables” en un área de 40 por 40 metros cuadrados.
De acuerdo con la agencia peruana de noticias Andina, en la inspección participaron especialistas del Ministerio de Cultura y efectivos policiales por órdenes de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Turno de Nasca.
Las autoridades investigan la identidad de al menos 12 personas que el 8 de diciembre ingresaron a la zona protegida para colocar un mensaje a favor del medio ambiente, quienes habrían incurrido en el delito de daños al patrimonio cultural de Perú.
Las Líneas de Nasca —más de 400 kilómetros al sur de Lima, la capital peruana—, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1994 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Greenpeace por su parte justificó la acción y aseguró que el letrero "Tiempo de cambio: El futuro es renovable” no causó daños, pues fue formado con trozos de tela sobrepuestos en el terreno.
En un comunicado, explicó que su mensaje fue dirigido a los líderes mundiales reunidos en Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP20), “quienes han fallado desde hace años en tomar una acción real” contra dicho fenómeno.