Frontera. Cada vez más personas buscan cruzar la frontera y la situación está fuera de control. (ARCHIVO)
La muerte por rabia de un inmigrante guatemalteco el año pasado en un hospital de Corpus Christi provocó una búsqueda internacional de otros que pudieran haber estado expuestos a la enfermedad.
Más de 700 personas han sido evaluadas en lo que Ryan Wallace, experto en rabia de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) calificó de una "situación muy poco común" reportó el diario Corpus Christi Caller-Times (http://bit.ly/1kIVAJt ).
Federico Méndez Hernández, de 28 años, comenzó a mostrar síntomas pocos días después que la Patrulla Fronteriza lo arrestó en el sur de Texas en mayo de 2013 por ingreso ilegal al país. Méndez Hernández fue visto varias veces en la clínica de un centro de detención de inmigrantes con síntomas con exceso de salivación, ansiedad, insomnio, dificultad para tragar y pulso cardíaco elevado, según informes de los CDC.
Nueve días después de ser arrestado, Méndez Hernández fue trasladado al Hospital Christus Spohn Kleberg, donde los médicos le descubrieron aire entre el pecho y los pulmones. Su estado se agravó y finalmente hubo que conectarlo a una máquina para que pudiera respirar y sufría de fiebre alta.
Emergencia por niños migrantes
Disgustadas porque el gobierno federal envió desde Texas a inmigrantes que ingresaron al país sin autorización, las autoridades de Arizona están enviando de inmediato provisiones federales a un centro de retención provisional en el sur del estado que recibe a niños migrantes y se está quedando sin lo básico. Andrew Wilder, portavoz de la gobernadora Jan Brewer, dijo el viernes que las condiciones en el centro son tan malas que funcionarios federales han pedido al estado enviar de inmediato suministros médicos al albergue de Nogales.