Ataque. Israel argumentó que el ataque al sur del Líbano estaba dirigido a Jezbolá. (EFE)
Israel disparó ayer martes a posiciones de Jezbolá en el sur de Líbano después que la guerrilla chií provocó una explosión junto a la tensa frontera común, con un saldo de dos soldados israelíes heridos, en el incidente más grave entre las dos partes en varios meses.
Las fuerzas armadas israelíes dijeron que los soldados estaban de patrulla cuando estalló el explosivo. Tropas israelíes hallaron entonces una segunda bomba en el lado israelí de la frontera, que fue detonada por una unidad especial del Ejército. Fuerzas israelíes respondieron con disparos de artillería contra posiciones de Jezbolá.
Jezbolá emitió en su canal de televisión Al Mana una declaración en la que reivindicó la explosión, diciendo que fue contra una patrulla israelí. La admisión es un ejemplo poco común de un choque abierto entre los dos enemigos y ocurre luego de años de calma relativa.
Israel y el Líbano han permanecido en estado de guerra durante seis décadas, pero la frontera ha estado en calma relativa desde una guerra de un mes en 2006 entre Israel y Jezbolá. Desde entonces ha habido brotes esporádicos de violencia.
Israel sospecha que Jezbolá pudiera estar probando fuerza a lo largo de la frontera para desviar la atención de sus problemas en la batalla con rebeldes islámicos en Siria. Funcionarios israelíes dijeron que el ataque del martes marcó una escalada, pero que no esperan que se convierta en un conflicto. "El gobierno libanés y Jezbolá son directamente responsables por esta flagrante violación de la soberanía de Israel", dijo el teniente coronel Peter Lerner, portavoz de las Fuerzas de Defensa. "Las Fuerzas de Defensa de Israel respondieron a un ataque no provocado y continuarán operando para mantener la seguridad en la frontera norte de Israel".
