Incertidumbre. Se desconoce cuál será el destino de la conductora.
La noche antes de ser llevada de emergencia a un hospital, la comediante y conductora Joan Rivers bromeó sobre su muerte.
"Es difícil envejecer. Me estoy haciendo vieja. Tengo 81 años, podría morir en cualquier momento. Puff, así", dijo en un show de "stand up comedy", en el teatro Laurie Beechman de Nueva York el pasado miércoles.
Rivers continuó con su presentación y cómo sería si ella muriera ahí frente a la audiencia. "¿Entienden que podrían tener algo de qué hablar para el resto de su vida? ¡Estuvieron ahí! 'yo estuve ahí, ella sólo se fue'".
Una persona de la audiencia publicó el audio con las bromas de Rivers y escribió en su blog que Joan se veía saludable y feliz.
Al día siguiente acudió a una clínica para ser intervenida de las cuerdas vocales, pero durante la operación dejó de respirar y tuvo que ser llevada al Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
La comediante fue inducida al estado de coma y está conectada a aparatos que la mantienen con vida.
Se teme que al ser sacada del coma pueda quedar en estado vegetativo o en silla de ruedas.
De acuerdo con New York Daily News, los médicos la sacarán del coma para poder evaluar su actual condición.
Fuentes familiares indicaron que la comediante de 81 años podría resultar afectada en la parte motriz y terminar en silla de ruedas, o incluso quedar en estado vegetativo.
Melissa, la hija de Rivers, y su familia ya piensan en tomar acciones legales contra la clínica Yorkville en donde la conductora era operada de las cuerdas vocales.
