El exceso de consumo de alcohol llevó a un adolescente a armar un zafarrancho, primero en el interior de un bar y luego afuera de éste.
Una joven denunció una agresión efectuada por parte de un tipo en evidente estado de embriaguez, por lo cual ella acudió con los guardias del sitio para que detuvieran al culpable.
Los guardias no pudieron con el nefasto hombre por lo que decidieron llamar a la policía y una vez fuera del establecimiento comenzó la reyerta entre los agentes y el muchacho.
Entre forcejeos, empujones y patadas, el maleante consigue romperle la pierna a uno de los oficiales dejándolo malherido en el piso y sin poder moverse.
Otros agentes llegan al sitio para auxiliar a sus compañeros y por fin detener al agresor, quien deberá cumplir una pena de 29 meses en prisión por todos los desastres cometidos.
El muchacho forcejea con los policías y termina rompiéndole la pierna a uno de ellos. (YouTube)
