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Judas: la traición

Addenda

GERMÁN FROTO Y MADARIAGA

Por lo común, en estos días santos, me pongo a pensar si la historia ha sido justa con Judas Iscariote. Él pasa a la historia del cristianismo como un traidor como el hombre que entregó a Jesús, y lo hizo por treinta monedas.

¿Pero, qué acaso no fue Judas simple instrumento para que se cumpliera la voluntad del Padre? ¿Por qué entonces, echar sobre sus hombros toda la responsabilidad de aquellos hechos?

¿Que lo vendió por treinta monedas? Pero si Judas era rico, era recaudador de impuestos y se quedaba con una parte de lo recaudado. Aquella era una actividad infamante, pero daba para vivir muy bien.

Otra teoría, quizá apócrifa, sostiene que María Magdalena, la prostituta, era la amante de Judas y al seguir a Jesús se retira de esa actividad, lo que Judas no pudo soportar y por eso entregó a Jesús, pensando que al morir éste, Magdalena regresaría con él.

Hombre ignorante, como lo soy, siempre que tengo dudas de esta naturaleza invito a desayunar (con el cuate, ¿dónde más?), a mi confesor personal, al hombre de Dios, que es Jorge Silva.

Así lo hice y me reuní con él para plantearle mis dudas. Sabiamente, Jorge me dijo: "En el plan del Padre, estaba sólo el entregar a su hijo para salvar al mundo. Pero sin determinar los detalles, del cómo, cuándo y dónde. Tan eso es así, que el Padre no decidió que Jesús muriera en la cruz. Por eso, cuando Cristo se entera de lo que estaba por venir, dice: "Padre mío, si es posible haz que pase de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". El Señor, sintió miedo, pero aún así se sometió a la voluntad del Padre.

Judas, pues, era un mero accidente en la vida de Jesús, como lo eran los demás, porque el que no lo negó se evadió y lo dejaron solo. Pedro, la cabeza de la Iglesia, lo negó tres veces y sobre aviso. Sólo Juan permaneció a su lado durante todo el tiempo acompañando a María, por algo era el discípulo amado.

No fue el Iscariote, un dechado de virtudes, pero tampoco un hombre que por sus acciones fue directo al infierno. Del único que se tiene noticia que entró al cielo, además de los padres de Jesús, es del buen ladrón, que en el último minuto sacó pase directo al paraíso.

De ahí en fuera, creo que sólo Luzbel, inauguró el infierno por su soberbia.

Retrocediendo un poco, que Magdalena estaba enamorada de Jesús, es indudable, así como que no sabía cómo amarlo, porque él estaba por encima de lo carnal, en razón de su naturaleza divina.

Pero la figura de Jesús rebasa todos esos pruritos. Se eleva por encima de todo y divide la historia de la humanidad, en un antes y un después.

Tan clara y precisa que es la doctrina de Jesús y nosotros que nos hacemos tantas bolas. Más fácil que "amaos los unos a los otros, como yo os he amado".

Pero nos encanta complicar la vida y atormentarnos con absurdos. Judas no fue un traidor, fue sólo el instrumento para que se cumpliera un plan divino. Pero a alguien tenemos que odiar y ese es Judas.

Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te guarde en la palma de Su mano".

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