Un pelotón de 35 agentes especiales de la PNC custodian la residencia de Flores. (EFE)
El juez Levis Orellana consideró hoy que el caso del ex presidente salvadoreño, Francisco Flores, acusado de haberse apropiado de millonarios donativos de Taiwán, es similar a miles de procesos judiciales que hay en el país.
“El caso de Flores es un caso más en miles de miles”, declaró por primera vez Orellana a una radioemisora local, luego que ordenará la cuestionada detención domiciliar al ex mandatario la semana pasada.
Sin embargo, el juez justificó que no envió a prisión a Flores porque los centros penales están abarrotados y no reúnen las condiciones para reguardar al ex gobernante acusado por la fiscalía de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia.
Recordó que la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez, había expresado un día antes que el ex presidente se presentara de manera voluntaria al Juzgado Primero de Instrucción, que ya no cabían reos en las bartolinas o cárceles de esa institución y lo mismo en los centros penales.
Orellana, quien es fuertemente criticado por favorecer otros casos en el pasado, insistió que tomó la decisión de no enviar a la cárcel a Flores por las condiciones de los penales y que no existe ningún privilegio en el caso.
Descartó que ex jefe de Estado vaya a fugarse de su casa mientras dure el proceso, ya que fue el quien se presentó al tribunal de manera voluntaria, no obstante el acusado estuvo prófugo de la justicia cuatro meses.
Explicó que Flores no declaró el día que se presentó ante el tribunal el 5 de septiembre pasado, pero le manifestó que quería aportar a la investigación.
La Fiscalía ha pedido a Orellana revocar la detención domiciliar del ex mandatario y enviarlo a la cárcel.
Un pelotón de 35 agentes especiales de la PNC custodian la residencia de Flores, que para el país significa un costo muy grande porque el Estado necesita más recursos para llevar seguridad a la población ante el auge delincuencial, han dicho las autoridades.
La sociedad salvadoreña en general teme que el ex jefe de Estado quede en libertad, por la forma amañada en la que ha iniciado el proceso, pues se mantiene la percepción que la entrega de Flores fue parte de un “arreglo”, con el juez o la Fiscalía.