Los jugadores se reunieron con la presidenta de su país. (EFE)
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se comprometió a apoyar algunas de las reivindicaciones del grupo de jugadores que exige medidas para modernizar el futbol de Brasil, a quienes recibió en el palacio presidencial de Planalto.
Los integrantes del grupo conocido como Bom Senso FC (Sentido Común FC) dijeron al final del encuentro que la mandataria se mostró "aterrada" con la cantidad de clubes que atrasan el pago de salarios y que manifestó apoyo al menos a tres de las exigencias.
Según el futbolista Ruy Cabeçao, vocero de Bom Senso, la jefe de Estado garantizó el apoyo de su gobierno a un proyecto de ley que obligue a los clubes a cumplir sus obligaciones fiscales y prometió respaldar iniciativas que garanticen la participación de los jugadores en los consejos directivos de sus respectivos clubes.
Rousseff, según los integrantes de Bom Senso, también dijo respaldar la creación de un grupo de trabajo que reúna jugadores, clubes, entidades deportivas y Gobierno para discutir medidas para mejorar y fortalecer el futbol.
Bom Senso FC, creado el año pasado y que afirma representar a unos mil futbolistas de primera a cuarta división, defiende una reforma en el calendario de competiciones en Brasil y la adopción de medidas para sanear las cuentas de los clubes.
PIDEN MENOS CAMPEONATOS
La organización pide una reducción de los campeonatos regionales para darle más relevancia a la liga y la adopción de sanciones para los clubes que no adopten normas de gestión financiera.
Igualmente exige vacaciones de 30 días para los futbolistas y una limitación del número de partidos que pueden disputar por mes.
Según los futbolistas que conversaron durante cerca de una hora con la mandataria, Rousseff dijo estar "aterrada" con la situación de los clubes descrita por los jugadores, principalmente por la falta de pago de salarios y las malas condiciones laborales.
"Ella dijo que no imaginaba que eso ocurría en el país cinco veces campeón del mundo. Para la presidenta, eso fue una gran novedad. Dijo que no sabía de esos problemas", según Cabeçao, uno de los doce futbolistas que representó al Bom Senso en la reunión a la que también asistió el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.