El golpe dado por una sentencia del Poder Judicial de la Federación, a la coalición que encabeza el Partido Revolucionario Institucional a las elecciones del Congreso de Coahuila, pone al descubierto el estilo autocrático del moreirato, que en los últimos años ha creado un número excesivo de partidos políticos locales, con el propósito de apoderarse de mayores recursos de campaña y controlar el Congreso para ejercer el poder ejecutivo sin freno ni medida.
La sentencia fue dictada el pasado veintidós de mayo por la Sala Regional del Tribunal Electoral Federal en la ciudad de Monterrey, en el Expediente Relativo a los Juicios de Revisión Constitucional Electoral acumulados, números 2/2014 y 3/2014, iniciados respectivamente por el Partido Acción Nacional y por el Partido Progresista de Coahuila.
En su demanda el PAN reclama que la coalición integrada por el PRI y siete de sus partidos satélites, está diseñada para hacer un traspaso de votos sufragados en favor del PRI al resto de los miembros de la coalición, con el objeto de hacer que los "partidos morralla" obtengan una diputación según la lista de representación proporcional (plurinominal), en la que previamente se colocó tramposamente, a un militante priista.
Este modo particular de fraude a la Ley y burla a los Ciudadanos, hizo posible que el actual Presidente del Comité Ejecutivo Municipal del PRI de Torreón Francisco Dávila Rodríguez, sea en forma simultánea Diputado al Congreso de Coahuila por el Partido Primero Coahuila. La integración antidemocrática del Congreso del Estado durante el moreirato, explica la abyecta sumisión de la mayoría priista frente a la forma en que se contrajo y legitimó la megadeuda de Coahuila.
La sentencia del Tribunal Electoral Federal que es objeto de comentario, declara que la coalición encabezada por el PRI viola el principio de representación proporcional reconocido por la Constitución de la República, cuyo principio garantiza el pluralismo mediante la participación de los partidos en la integración de los congresos, en una proporción aproximada al porcentaje de la votación total obtenida por cada partido.
La violación a este principio en el caso coahuilense, conduce a una sobrerrepresentación del PRI en el Congreso de Coahuila y le concede un número mayor de diputados de que los que por Ley le corresponden. La sentencia en comento aplica las disposiciones constitucionales que ordenan que los partidos estén representados en el Congreso, en una proporción que no podrá ser ni mayor ni menor en un ocho por ciento, en relación al porcentaje de la votación obtenida en las elecciones que se hayan celebrado para integrar la legislatura de que se trate.
Para tener una idea de lo que implica lo anterior, en la elección de la actual legislatura el PAN obtuvo un treinta y seis por ciento de los votos totales; de acuerdo a esa proporción tendría siete diputados al Congreso, en lugar de las dos posiciones que le fueron reconocidas y que ocupa en la actualidad.
El efecto de la Sentencia cuyo comentario nos ocupa es positivo, porque ajusta conforme a derecho la representación proporcional de las fuerzas políticas en el Congreso local, y al acabar la utilidad perversa que para el PRI tienen los partidos morralla, producirá como segunda consecuencia la desaparición de esos partidos cuya existencia y costo no se justifica.
Dado el talante tramposo y mendaz del sistema Moreira, resulta ilusorio imaginar que el PRI coahuilense vaya a obedecer sin más el fallo mencionado del Tribunal en cita, y lo previsible es que durante el actual proceso electoral y concluido éste, la oposición se vea obligada seguir recurriendo a los tribunales federales para restaurar la legalidad ultrajada.
Ante este panorama, la alternativa de los coahuilenses para frenar los abusos del moreirato es acudir y de manera copiosa a votar el próximo seis de julio, con el objeto de enfrentar a la coalición del PRI y construir una mayoría de oposición en el Congreso, para asegurar el equilibrio de poderes que garantice un proceder del ejecutivo ajustado a la legalidad, a la transparencia y a la rendición de cuentas.