Una aldea quechua del sur de Bolivia condenó al destierro a diez ladrones de mineral en un fallo de la justicia comunitaria que tiene reconocimiento legal en este país, se informó el martes.
Los diez ladrones, miembros de la misma comunidad, fueron condenados a sacar la basura de la comunidad durante 15 días y luego abandonar la aldea, según lo dispuesto en un juicio público en la plaza de la comunidad de Porco, provincia de Potosí a 300 kilómetros al sur de La Paz.
"La población tomó la decisión de no entregar (a los ladrones) a la policía y al fiscal... ya no tenemos confianza, ni la garantía (de las autoridades)", declaró a Radio Erbol, el curaca (cacique) Carlos Gutiérrez autoridad tradicional de Porco.
Porco posee una rica mina de plata. Los ladrones fueron sorprendidos el domingo por los mismos vecinos cuando robaban ese mineral.
"No tendrán pisada en el pueblo y si regresan expulsaremos también a la familia de los ladrones", señalo Gutiérrez a la emisora. Generalmente los sentenciados se van a vivir a pueblos vecinos.
La ley permite a autoridades tradicionales en comunidades indígenas a juzgar casos menores según sus usos y costumbres ancestrales, pero la justicia comunitaria indígena que se distingue por su método pacífico no ha logrado frenar los linchamientos que son comunes en barriadas y zonas rurales pobres del país.