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Kim y Kanye

Sin lugar a dudas

PATRICIO DE LA FUENTE
"Los apellidos famosos, en lugar de enaltecer, rebajan a quienes no saben llevarlos".— Rochefocauld

No canta, no baila, no escribe o actúa, no es particularmente guapa, ni simpática ni mucho menos refinada. La discusión -y azoro- se centra en que alcanzó un estatus insospechado de visibilidad y fama a nivel mundial sin tener ningún tipo de talento. Craso error pensar así. Talento tiene, y de sobra. Es el sueño de cualquier mercadólogo.

Cero y van tres bodas en su haber, pero siempre logra superarse, ir por más. Más escándalo, más atención, más portadas de revista, más invitados y mejores diseñadores, que cada fiesta sea más divertida que la anterior, mayor el dispendio. Enamorarse de un marido que en todos sentidos sea más. Y como Estados Unidos no basta, ahora fue hasta Italia y allá se casó con el cantante de moda. También es famoso.

Kim Kardashian y sus hermanas, familia y el universo -real o artificial según se quiera ver- en el que habitan, se han convertido en el fenómeno sintomático de nuestros tiempos, ese que evidencia la proclividad por "los quince minutos de fama", traducido a extremos insospechados gracias a las redes sociales donde conviven millones de personas deseosas de darse a conocer.

Paris Hilton, quien fue la gran precursora de los "reality shows" -que después del 11 de septiembre sirvieron para distraernos de la psicosis colectiva de la era Bush- y que supuestamente vendían realidad, palidece ante el poder mediático y mercadológico de la familia cuyas andanzas son motivo de interés público desde 2007.

"Las mujeres de la familia Kardashian dan de qué hablar y han construido todo alrededor de sus fans, esos que se han visto irremediablemente atraídos hacia un estilo de vida envidiable e idílico. Por más que Kim sea un producto que se vende bien, es el paquete familiar lo que las hace poderosas".

He visto muchas de sus entrevistas televisadas con la prensa; percibo a una Kim incapaz de sostener conversaciones interesantes y, mucho menos, de espetar comentarios inteligentes. Habita en la medianía intelectual, ella misma lo sabe, pero su originalidad y éxito, radica en que no pretende convertirse, ni venderse, como lo que no es.

Lo insulso, intrascendente y cotidiano de la vida, ese magnetismo que logra volverlo interesante y apelar a distintas audiencias, es lo que hace de la familia Kardashian un fenómeno televisivo de larga duración dentro de una industria, la de los medios electrónicos, que se caracteriza por lo efímero de la fama y la constante aparición de nuevas figuras.

Puede parecernos sosa, algo fría, distante y demasiado anglosajona en sus actitudes y eterna pose, pero se deja llevar, conoce las necesidades y requerimientos de la industria; al igual que Madonna, ha alcanzado el punto donde dicta tendencias, millones la siguen y vuelve viral todo lo que toca. Tan es así, que la casa Giorgio Armani llegó a pagarle 25 mil dólares por mencionar uno de sus diseños en Twitter. Sin embargo, la verdadera artífice de un imperio y de una marca cuyo valor ronda los cientos de millones de dólares es su madre, Kris Jenner.

En términos de interés público, no hay punto de comparación con Brad Pitt y Angelina Jolie, cuando a principios de siglo eran referente de poder y atracción, y capacidad de convocatoria pero, como apunta Daniel D"Addario a través de preguntas retóricas, el fenómeno Kardashian poco tiene de novedoso:

"Las Kardashian no son pioneras; simplemente existen en un ecosistema que siempre ha premiado el intento descarado y transparente de llamar la atención, sin ningún logro que lo justifique". "Leer un artículo que las pone como ejemplo de una nueva y escalofriante tendencia en la cultura estadounidense, te hace pensar que el autor ha cogido una pieza del año 2000 y simplemente ha cambiado los nombres y algún detalle".

Y sí, el mundo de la familia Kardashian además de entretener y ser muy divertido y hasta cierto punto aspiracional, representa a una industria multimillonaria de la cual se benefician miles de personas. Quien diría que lo que comenzó con un video pornográfico que le fue "robado" a Kim hace algunos años, terminaría convirtiéndose en tendencia mundial. Sí, a Kim Kardashian le sobra talento a la hora de venderse. Tanto que heme aquí, escribiendo sobre ella…

Nos leemos en Twitter, sin lugar a dudas: @patoloquasto

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