La Champions League de Sergio Ramos
La espina que tenía clavada Sergio Ramos con la Liga de Campeones, el título con el que tanto soñaba y que siempre se le resistía desde su llegada al Real Madrid, se la quitó a lo grande, autor del tanto de la resurrección en el minuto 93 en una décima que ha liderado tras la exhibición de Munich.
Era el minuto 93 de una final que se encaminaba hacia una derrota durísima por un error de Íker Casillas, cuando Sergio Ramos se elevó más que ningún rival para rematar el saque de esquina puesto por Luka Modric, y ajustar su testarazo al poste inalcanzable.
Una vez más, su raza salvaba al Real Madrid cuando estaba al borde del abismo, encaminado a la que se perfilaba como su cuarta derrota en una final de Copa de Europa. Situado de delantero centro, en esa demarcación en la que comenzó dando sus primeros pasos antes de ir retrasando su posición en el terreno de juego pero sin perder su amor por el gol.
Ramos, el defensa con alma de goleador, ha sido un futbolista clave en la conquista de la décima Copa de Europa para el madridismo. Su liderazgo en el vestuario, donde ejerce de capitán a la antigua usanza, lo traslada al terreno de juego.